La Cámara Federal de Casación Penal convocó de manera sorpresiva a una reunión con el fin de debatir el futuro de la jueza Ana María Figueroa, de 75 años, quien no quiere optar por jubilarse, pese a tener la edad para hacerlo. Además, el oficialismo no logró tener el quórum en el Senado para decidir sobre su continuidad.
Figueroa ocupa un rol fundamental en el Tribunal en la causa judicial de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, de Hotesur-Los Sauces.
Del encuentro estuvo presente Figueroa. Sus allegados afirmaron que la jueza planea pedir una licencia especial por 30 días, sin goce de sueldo, a fin de que su situación se normalice. La idea de ella es que se le otorgue una excepción para que el Senado le otorgue su continuidad por cinco años más.
La reunión tuvo inicio alrededor de las 10:30 de este martes, en el primer piso de los tribunales de Comodoro Py. Tras no legar a una definición, los jueces pidieron un cuarto intermedio y volverán a reunirse este miércoles a las 13:30.
Entretanto, se baraja la posibilidad de nombrar a un juez subrogante para reemplazarla. Esto sería en caso de que se diera por hecho que el cargo de Figueroa habría quedado vacante (por considerarla jubilada). En caso de que no prospere esto último, deberá volver a trabajar en la sala I.
De todos modos, la magistrada no ejerce funciones, pero sí al mantenerse en su cargo hasta el momento cobraba su sueldo. Esto provocaba ciertas tensiones en el Poder Judicial. Hay varios pedidos para que la Corte Suprema “como máxima autoridad ordene la inédita situación”.
Cabe recordar que hubo un pedido de prórroga para mantener su cargo, el cual fue otorgado por el presidente Alberto Fernández
La posición clave de Figueroa radica en que, como integrante del máximo tribunal, debe resolver el planteo que realizó el fiscal Mario Villar ante Casación, vinculado con la anulación o no del sobreseimiento de Cristina Kirchner en la causa Hotesur-Los Sauces acusada de lavado de dinero y evaluar si se llega al estatus de un juicio oral y público.