El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, dio un fuerte respaldo a Victoria Villarruel en la interna con Javier Milei. El senador, quien le sigue a la vicepresidenta en la línea sucesoria presidencial, aseguró que “está comprometida con el ideario de nuestro espacio político” y que además “es una de las políticas más inteligentes que hoy tiene la Argentina”.
En una entrevista con Vía País, Abdala habló de la posibilidad de cambios al Presupuesto 2025, admitió que el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema “está más demorado de lo que nos hubiera parecido lógico” y alentó una confluencia electoral con el PRO según convenga en cada distrito. “Las ideas originales que tenía Mauricio Macri hoy están encarnadas en Milei”, afirmó.
¿Cómo está avanzando la negociación por el Presupuesto?
- Estamos viendo cómo se está llevando adelante en Diputados. Nosotros quisiéramos que el proyecto se trate y apruebe antes del 30 de noviembre para que el presidente no tenga que llamar a extraordinarias. Si no es así, se llamará a extraordinarias. Estamos redoblando los esfuerzos. Hemos tenido muchas reuniones con distintos bloques, con diputados y senadores. Queremos que los senadores vayan conociendo el proyecto para que cuando llegue al Senado no lo empecemos a ver de nuevo de cero, sino que una vez que tenga media sanción de Diputados podamos discutirlo en no más de una reunión de comisión.
Desde la oposición reclaman más fondos para jubilaciones y universidades, entre otros. ¿Qué margen de negociación tienen?
- El Presupuesto tiene 75 artículos. El primero habla del equilibrio fiscal y ese no estamos dispuestos a modificarlo ni aceptamos ningún tipo de prerrogativa. Muchos lo han entendido, otros dicen que no hizo falta que el Presupuesto diga que nos tenemos que encorsetar si ya logramos superávit fiscal sin Presupuesto, como estamos ahora, con el prorrogado. Estamos convencidos de que este tiene que ser el primer Presupuesto de muchísimos donde se mantenga el equilibrio fiscal. En los demás artículos sí se está discutiendo y sí se escucha, y es posible que haya modificaciones. Hemos tenido sugerencias del PRO, la UCR, partidos provinciales, la Coalición Cívica y Unión por la Patria. Mientras no se toque el déficit cero, si quieren darle más plata a algún sector que a otro, eso es conversable para nosotros.
¿Y qué partidas están dispuestos a revisar para cumplir con los pedidos sin alterar el déficit cero?
- Nosotros tenemos nuestro proyecto y nuestro objetivo es que nos lo aprueben todo como está. Hay solicitudes sobre los gastos tributarios, asignaciones especiales, fondos fiduciarios. Estamos dialogando con mucha seriedad y datos. Con el tema universitario nos gustaría tener las auditorías realizadas con 100% de efectividad, y en función de eso estamos dispuestos a conversarlo. Pero todo lo que nosotros concedemos, después tenemos que saber si tenemos las manos en el recinto.
Se especula con que el Gobierno no quiere el Presupuesto y prefiere seguir con prórroga para gozar del manejo discrecional de fondos, ¿es así?
- No es la intención del Gobierno. El Gobierno mandó un Presupuesto en tiempo y forma, con premisas importantes. Estamos dispuestos a encorsetarnos más si así nos piden. Lo que dice el presidente es que haya equilibrio fiscal, y si hay excedente, no los gastamos. Algunos legisladores nos plantean que entonces haya un artículo que diga que ese excedente no se va a usar. Es parte de la conversación. Pero nuestro interés es tener el Presupuesto. De ninguna manera no queremos tener Presupuesto, porque representa, en primer lugar, una herramienta de control para el Congreso, y en segundo lugar, una imagen de seriedad y fortaleza ante el mundo.
¿Por qué no avanza el pliego de Ariel Lijo?
- No he hablado con (Guadalupe) Tagliaferri (presidenta de la Comisión de Acuerdos). Está demorado, más de lo que nos hubiera parecido lógico. No he estado trabajando en el tema. El presidente del bloque (Ezequiel Atauche) es quien tiene la responsabilidad de sacar adelante los pliegos.
¿Creen que van a tener el número de votos?
- Nuestro convencimiento y responsabilidad es seguir trabajando en lo que pidió el Ejecutivo. Tiempo hay. Solo falta el dictamen. Hay que ver si tenemos las manos.
Usted trabaja codo a codo con Villarruel, ¿cómo la ve?
- Villarruel es una de las políticas más inteligentes que hoy tiene la Argentina. Está bien parada, ha generado una voz de confianza en el Senado, está comprometida con el ideario de nuestro espacio político y está trabajando para la fórmula por la que fue votada. Es una gran defensora de los proyectos que manda el Ejecutivo, defiende el cambio que votó el pueblo y está convencida de que el camino es el equilibrio fiscal, recuperar valores, jerarquizar las fuerzas militares y policiales.
¿Y qué puededecir sobre las diferencias que tiene con Milei?
- Ella conocía desde antes a Javier, sabían que pensaban distinto, pero de ninguna manera esas diferencias van a generar la ruptura del espacio. Victoria no va a ser “Chacho” Álvarez ni (Julio) Cobos. Acompaña firme las ideas de la fórmula presidencial, con miradas diferentes, pero eso de ninguna manera pone en duda su vocación patriótica.
La Libertad Avanza tiene solo 6 de los 72 senadores, ¿cómo trabajan para juntar los votos?
- Intentamos persuadir a los senadores para que nos acompañen, y cuando no nos acompañan, aceptamos que voten en contra. En algunos casos los proyectos vuelven a Diputados, y en otros, Javier ha tenido que utilizar la herramienta legal del veto.
¿No paga costos con los vetos?
- Nosotros quisiéramos que el presidente no tenga que vetar nada, que se comprenda la situación en la que se recibió el país, pero tampoco podemos dejar que se pongan creativos o generosos con lo ajeno. Cuando eso sucede, lamentablemente el presidente tiene que actuar y usar el veto. Si no se hubiera sancionado la ley de universidades, en poco tiempo más hubiera habido un entendimiento por el tema salarial, que con los gremios se venía hablando. Con la ley, todos se retiraron de la mesa de conversación: nadie quería ganar menos de lo que se daba por ley.
¿Puede haber el año próximo una confluencia electoral con el PRO?
- Con el PRO nos enfrentamos en la elección del 22 de octubre, y en la del 19 de noviembre nos acompañaron abiertamente. Eso genera un ánimo que puede hacer que vayamos juntos a las próximas elecciones. Yo fui el fundador del PRO en San Luis, tuve desavenencias políticas importantísimas con la última conducción, tanto con (Patricia) Bullrich como con (Eduardo) Macchiavelli, que era de la línea de Horacio Rodríguez Larreta. Sobre todo por cómo el PRO se maneja en el interior del país, donde no tiene fuerza. Es un partido que ha descuidado mucho a los dirigentes del interior. Me sentí descuidado, me aparté, pero mi coherencia intelectual me dice que las ideas originales que tenía Mauricio Macri hoy están encarnadas en Javier Milei. Desde ese punto de vista, con el PRO hay muchas similitudes en la plataforma. Si habrá un acuerdo electoral o no, creo que debe resolverse con mucha inteligencia, más cerca de la fecha ver qué es lo que más le conviene a este programa de Gobierno. Donde se pueda ir juntos, iremos juntos, y donde haya que ir separados, iremos separados.
¿Puede darse ahora un cogobierno?
- Varios funcionarios del PRO están en el Gobierno, pero no me gusta hablar de cogobierno. Hay un gobierno de Javier y Victoria que ganó las elecciones con un ideario, y hay mucha gente de otros espacios políticos que se ha sumado a nuestro programa de Gobierno. Eso lo valoro y lo celebro, porque entendieron lo que la ciudadanía desea.
Tiempo atrás usted reveló que tiene 15 asesores y que la mayoría trabajan en San Luis, ¿hizo algo tras la polémica?
- En primer lugar, estoy ajustado a derecho. En segundo lugar, me sorprendió el estrepito fori que tomó un tema, pero lo entiendo. De hecho, estoy reestructurando la plantilla de asesores. Ya tengo un 20%, 25% menos. Estoy reorganizando cómo trabajar, sin descuidar que como representante de San Luis tengo que legislar para la provincia y estar actualizado. La pandemia también nos enseñó que la gente del interior puede trabajar por medios tecnológicos. Para mí, tener gente en San Luis es necesario. Y también hay gente de San Luis que trabaja en Buenos Aires.
Entonces dijo que los tiene porque quiere ser gobernador, ¿lo sostiene?
- Nunca fue mi intención decir que era para la campaña. Yo quiero ser un senador que no sea ñoqui ni “levantamanos”. Para eso tengo que trabajar mucho y tengo que estar informado y actualizado. Soy un legislador nuevo, estoy en ocho comisiones, integro bicamerales, más la presidencia provisional del Senado… en la medida en que sea un buen legislador, me voy a permitir seguir soñando en el mundo de la política.
Villarruel inició con despidos en el Senado, ¿se activa la “motosierra”?
- Cuando asumimos el Gobierno, decidimos hacer una reestructuración primero en Diputados, y dejamos para una segunda etapa el Senado. Implementamos el método de la huella, que se usa en muchas empresas. Los empleados de los 72 senadores que están con módulos no tienen la obligación de la huella. A partir de allí ha habido más de 500 bajas, con este criterio de achicar el gasto del Estado.