Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte habían pasado por un local de comidas rápidas en Quilmes unas horas antes de llevar adelante el atentado contra Cristina Kirchner. Allí, fueron captados por las cámaras de seguridad, cuando realizaron una maniobra que llamó la atención de los investigadores.
Ingresaron poco después de las 16 hs y estaban con la misma ropa con que luego se los vio en Recoleta. En el video analizado ya se los ve con la bolsa blanca que llevaba la joven en los momentos posteriores al ataque, solo que en las nuevas imágenes la carga Sabag Montiel. Además de la bolsa blanca, llevaba un paraguas, el mismo que tendría horas más tarde Uliarte.
Las imágenes de videovigilancia fueron peritadas por la Policía Federal. Así, se determinó que ambos estuvieron en ese local de Quilmes, desde donde se dirigieron a tomar el tren que los llevó a Constitución. Una vez allí, subieron a un colectivo y llegaron a pie hasta la puerta del edificio de la vicepresidenta. Más tarde ocurriría el hecho, por el cual ahora están detenidos y afrontando una causa por tentativa de homicidio.
Los movimientos dentro del local de comidas
Mientras estuvieron en el lugar, hicieron un movimiento extraño que llamó la atención de los investigadores. En un momento, la joven de 23 años recogió del piso un papel que tiró una mujer que estaba en una de las mesas cercanas a la puerta del local, lo leyó y se lo entregó a su novio.
Por su parte, Sabag Montiel lo leyó y lo tiró en un tacho de basura. Tras ese intercambio, los dos partieron en dirección a la estación de tren del ferrocarril Roca.
Aunque se están evitando las especulaciones sobre ese particular, se comenzó a rastrear a la mujer que estaba en la mesa desde donde cayó al piso ese trozo de papel. La personas que buscan es de mediana edad y cabello oscuro que al momento del episodio estaba con un teléfono celular en la mano y bebía una infusión.
La investigación se centra en determinar si efectivamente se trata de dos “lobos solitarios” o si pertenecen a una organización que buscó concretar un crimen político.
Cómo vivía Fernando Sabag Montiel
Además de la investigación sobre las cámaras del McDonald’s, por pedido del fiscal Rívolo y con aval de la jueza Capuchetti se concretó un nuevo allanamiento en la casa que ambos alquilaban.
Se trata de un monoambiente de la calle Uriburu a 700, de Villa Zagala, en San Martín. Sabag Montiel alquilaba el lugar desde hacía ocho meses por 15.000 pesos, luego de haber puesto él en alquiler la propiedad de su madre fallecida, en el barrio porteño de Villa del Parque. Ese alquiler era su principal fuente de ingresos.
La casa del acusado estaba en pésimas condiciones, con basura por todas partes, dos gatos y olores desagradables. “Adentro de la casa el olor es nauseabundo. Hay dos gatos que están encerrados ahí”, comentó Sergio, el dueño de la casa.
El mal olor se debía a que la heladera estaba rota y tenía muchos alimentos en mal estado. “Un policía tuvo que salir y ponerse el barbijo porque no aguantaba el olor de ahí adentro”, dijo el propietario.
Para Sergio, Sabag Montiel “era una persona normal” y manifestó que se sorprendió al ver cómo vivía, ya que siempre lo veía bien arreglado.