Enfocado en las elecciones de 2023, el Presidente Alberto Fernández envia señales de unidad hacia el interior del Frente de Todos para evitar que aumente la tensión tras el pedido público de Cristina Kirchner al ministro de Economía Sergio Massa.
Son distintos temas los que generan diferencias dentro de la coalición gobernante. Por un lado, la posible suspensión de las PASO -dónde La Cámpora se inclinó por su suspensión-, por otro lado, la organización del acto por el 17 de octubre todavía no tiene definición. Sin embargo, la principal pelea es por la falta de medidas para bajar la inflación.
Durante un acto en la Provincia de Córdoba al lado del gobernador Juan Schiaretti, el mandatario pidió “que las disputas aparezcan cuando haya que votar, pero que después todos unamos esfuerzos para hacer más simple la vida de los argentinos”.
“Tenemos que estar orgullosos (...) habla muy bien de nosotros, habla de esa mirada de futuro que necesitamos, de la necesidad de integrarnos, de la necesidad de dejar las disputas de lado. Las disputas que aparezcan cuando hay que votar, pero que después todos unamos esfuerzos para poder llegar a cada argentino y argentina y hacerle más simple su vida”, planteó el Presidente.
El principal objetivo es evitar que se repita la inestabilidad política y económica que se abrió tras la renuncia de Martín Guzmán.
Alberto Fernández sabe mejor que nadie que el panorama económico es complicado y que no hay mejor forma de afrontarlo que con la unidad dentro del Frente de Todos para no generar aún más divisiones.
Nuevas tensiones entre Cristina y Massa
Tras conocerse los números de la pobreza, la Vicepresidenta abrió su cuenta de Twitter y decidió reclamarle publicamente a Sergio Massa una mayor intervención en el sector alimentario.
“Las empresas han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”, escribió en un hilo.
Unas horas después, Gabriel Rubinstein, el vice de Massa, decidió responder: “El problema no es que las empresas ganan mucho, sino que el tipo de cambio está desfasado”. Y aclaró que es necesario unificar el mercado de cambios, pero que ahora no están dadas las condiciones.
Por otra parte, la Vicepresidenta sabe que la inflación no cede y que se espera que se mantenga alta, según informes preliminares del INDEC, lo que le suma presión a las paritarias en un contexto de tensión con el sindicalismo.
Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos advierten que el próximo índice de inflación se ubicaría entre el 6,6% y el 7% impulsado por las subas en alimentos y servicios, en línea con el índice de agosto que fue del 7%, según el organismo oficial.