Una científica del Conicet es juzgada por el asesinato de su amigo: así fue el macabro hecho

Este martes tuvo lugar en San Juan la primera audiencia del juicio. La mujer dijo que el hombre “se había suicidado”.

Una científica del Conicet es juzgada por el asesinato de su amigo: así fue el macabro hecho
Juicio por macabro asesinato en San Juan

Este martes comenzó el juicio contra Luciana Teresita Bustos, la científica del Conicet acusada de asesinar a su amigo Marcelo José Amarfil en la provincia de San Juan.

En esta primera jornada, Bustos se negó a declarar por el hecho, que tuvo lugar en enero del 2024, tras un presunto acto sexual. Tras matarlo, la mujer llamó a la familia del hombre y dijo que este “se había suicidado”.

De encontrársela culpable del crimen, la científica podría ser condenada a prisión perpetua.

La mujer estuvo este martes frente a los jueces Gerardo Fernández Caussi, Matías Parrón y Guillermo Adárvez por el delito de “homicidio doloso doblemente agravado por el vínculo y por mediar alevosía”.

Cómo fue el crimen del que acusan a una científica

El crimen fue cometido el 16 de enero del 2024. Ese día, Bustos habría pasado a buscar a la víctima por su casa, fueron a un bar y, en la madrugada del 17, se estacionaron cerca del aeropuerto sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, donde habrían mantenido relaciones sexuales.

La reconstrucción de los hechos determinó que, en medio del acto sexual, la acusada le habría atado las manos al volante al hombre con una muñequera de cuero, un típico artículo erótico. También le puso un antifaz y lo degolló y apuñaló seis veces. Cuando el hombre logró romper la muñequera logró salir del vehículo, pero a los pocos metros se desvaneció ya muerto.

Luego llamó a la hermana de Amarfil para contarle que este se “había matado”. La versión no pudo corroborarse ya que dichos de la mujer no tenían ningún sustento, tras lo cual la mujer fue detenida.

En el juicio están citados a declarar 63 testigos y se espera que a fines de abril se dé a conocer la sentencia. De ser declarada culpable deberá afrontar la prisión perpetura. La defensa, por su lado, intenta orientar el proceso judicial a que la mujer “actuó en legítima defensa”.