Luego de la trascendencia que tomaron los casos de Lucas González y de Luciano Olivera, la Justicia investiga otro posible caso de gatillo fácil en Isidro Casanova, donde un joven de 22 años fue baleado por un policía.
El hecho ocurrió el 21 de noviembre a la madrugada, cuando Tomás Ramos volvía de bailar, fue atropellado por un auto y, luego del accidente y con gente reunida a su alrededor, el policía disparó.
Según el relato de un testigo, citado por la madre de la víctima, el efectivo policial Gustavo Pedrozo dijo que “se le escaparon tres tiros” en medio del tumulto.
“Me dijeron que mi hijo había tenido un accidente. Vivo cerca (del lugar) llegué en minutos y lo encuentro tirado en la calle, escucho los gritos y me dice: ‘mami, por favor, no me quiero morir’. Había una ambulancia parada al lado de él”, expresó la madre en diálogo con C5N.
La madre de Tomás señaló que el policía no disparó con el arma reglamentaria, sino que lo hizo con una escopeta anti disturbios, que tiene balas de sal.
El estado de salud del joven baleado en Isidro Casanova
Tomás Ramos quedó gravemente herido, fue hospitalizado durante diez días y continúa su recuperación, a la espera de una operación.
“Tomás está con un reposo de 30 días, con una sonda puesta, a la espera de una nueva operación. Le tienen que hacer una reconstrucción porque el proyectil le cortó un pedazo de uretra. No puede hacer pis por sus propios medios. Y tiene un agujero en la pierna donde sufrió una infección y por eso tuvo que ser internado de nuevo”, detalló Flavia, la madre.