El 23 de noviembre de 2007 fue un viernes cualquiera en Argentina. Lo que nadie sabía entonces es que ese mismo día se abrió en silencio una causa en los tribunales de Comodoro Py que llevaba el nombre de una de las niñas más buscadas del mundo: Madeleine McCann.
La causa ingresó al Juzgado Federal N° 7, por entonces subrogado por el juez Sergio Torres, y fue caratulada como “NN sobre averiguación de ilícito”, con la niña británica como posible víctima. La denuncia había sido presentada por Marcelo Daniel El Haibe, jefe de la sección Patrimonio Cultural de Interpol Argentina, tras una advertencia que llegó desde la Dirección Nacional de Migraciones, según publicó Infobae.

El gran parecido de una nena argentina con Madeleine
Un empleado del organismo, Ignacio Lopes, había observado en el trámite de radicación de una menor —hija de un español y una argentina— un parecido asombroso con Madeleine, desaparecida en mayo de ese año en Portugal. La alarma se activó de inmediato y se inició una investigación para descartar que la niña, a la que el expediente llamaría “Mariela”, fuera en realidad la menor británica.
Agentes de la Policía Federal se presentaron en la casa de la familia, en el partido bonaerense de Morón, y comenzaron las tareas de verificación. Los vecinos confirmaron que la familia vivía allí desde hacía tiempo y mencionaron, también, el parecido con la nena buscada en todo el mundo. La investigación avanzó con pedidos de ADN y huellas enviados a las autoridades de Madrid, Lisboa y Londres. Solo desde el Reino Unido llegó el perfil genético de Madeleine.
Mientras se esperaba la confirmación de los datos filiatorios desde España —que efectivamente probaron que Mariela era hija biológica de sus padres—, el juez ordenó un peritaje fotográfico. En un primer intento, el análisis fracasó porque Migraciones solo había presentado una fotocopia de la imagen de la niña. Luego, con una foto original, los expertos policiales realizaron una comparación facial detallada.
Los peritos evaluaron rasgos clave como cejas, frente, nariz, boca y mentón. Una diferencia resultó determinante: la mancha característica en el iris del ojo derecho de Madeleine no estaba presente en la imagen de Mariela. La conclusión fue clara: no se trataba de la misma persona.
El caso fue archivado el 3 de diciembre de 2007. Mariela, nacida en marzo de 2005 en Valencia, España, tiene hoy 20 años. Madeleine McCann, cuya búsqueda aún sigue abierta, hubiera cumplido 22 este año. El expediente argentino —121 páginas amarillentas— permanece como una curiosa pieza olvidada de una historia global aún sin final.