Mediante una publicación del diario norteamericano, New York Times, acerca de una investigación realizada por el Mossad, una agencia de inteligencia de Israel, se revelaron datos hasta el momento desconocidos acerca de los atentados a la Embajada de dicho país en la Argentina y el de la AMIA.
En la investigación se afirma que el Hezbollah, con el fin de realizar los ataques, había establecido una célula, mientras que también rechazó todas las sospechas sobre el involucramiento de funcionarios argentinos e iraníes en los atentados.
De esta manera, el informe del Mossad describe cómo fueron planeados ambos ataques, además de un detalle pormenorizado sobre cómo fueron introducidos los explosivos por contrabando hacia la Argentina, donde se describe que entraron a través de botellas de shampoo y cajas de chocolates.
Cabe recordar que los atentados perpetrados por Hezbollah, fueron en represalia por las operaciones de Israel contra la milicia chiíta en el Líbano, según lo plantea el propio Mossad.
Al mismo tiempo, se habría utilizado infraestructura secreta que estaba construida hacía varios años en Buenos Aires y también en otros lugares de América del Sur, con el fin de llevar adelante los ataques.
A su vez, los productos químicos que se utilizaron para la fabricación de las bombas, fueron comprados por una empresa comercial que era utilizada como una fachada para las operaciones que estaba realizando el Hezbollah en Sudamérica.
Otra de las informaciones que dejaron notificadas es que los atacantes de los atentados no fueron sentenciados por la justicia y continúan viviendo en el país asiático del Líbano.
En ese sentido, las conclusiones a las que arribó el Mossad fueron afirmadas a raíz de información de agentes, además del interrogatorio a sospechosos, así como también con escuchas telefónicas.
Al mismo tiempo, también se detalló que el Mossad no llegó a detectar ni anteceder ningún movimiento extraño que pudiera dar cuenta de un nuevo atentado en la Argentina, y así sucedió el recordado golpe fatal a la AMIA.
Pero algo que sí dejaron en claro es que, tras los ataques, se acusaron a varios funcionarios argentinos, pero la agencia de inteligencia israelí concluyó que no hay evidencia para sostener esas afirmaciones.
“Solo los operativos de la unidad de operaciones exteriores de Hezbollah participaron en el atentado, sin ninguna colaboración de ciudadanos locales”, explicaron.