El abogado Daniel Giaquinta, defensor de Celeste González Guerrero, volvió a hablar del triple crimen de Florencio Varela, uno de los casos más impactantes en Argentina durante el último tiempo. González es la dueña de la casa en donde fueron halladas sin vida Brenda, Morena y Lara, y pareja de Víctor Sotacuro, uno de los implicados.
En declaraciones televisivas, Giaquinta afirmó que su clienta es “totalmente inocente” y que la causa “está mal estructurada”. Además, deslizó un dato que podría dar un nuevo giro a la investigación: “El secuestro de las chicas está relacionado con los peruanos”, aseguró el abogado en diálogo con A24.
Qué dijo el abogado sobre el vínculo entre las víctimas y la banda narco
Durante la entrevista, el letrado sostuvo que la familia de las víctimas tendría una relación directa con un presunto robo de droga: “La familia de las chicas tiene relación directa con el robo de la droga. Es todo muy turbio”, expresó.
Según Giaquinta, la investigación fue direccionada desde un inicio: “La privación ilegítima de la libertad y el tema del narcotráfico serían los pivotes que utilizó el Ministerio Público Fiscal para darle intervención a todo. La causa está estructurada en mi clienta, pero ella no tuvo participación”.

Cómo está hoy Celeste González
El abogado también se refirió a la situación actual de su defendida. Dijo que Celeste González permanece resguardada bajo fuertes medidas de seguridad, debido a los riesgos que enfrenta por su vínculo con los acusados.

“Ella no tenía conocimiento de nada, porque esto fue un plan organizado por un integrante de la banda, que es de origen peruano. Ella era la concubina de uno de ellos”, explicó. Además, relató que, en el momento en que ocurrieron los asesinatos, González se encontraba en un hotel alojamiento, y que posteriormente uno de los implicados le confesó lo ocurrido.
Cómo sigue la investigación del triple crimen de Florencio Varela
El triple crimen de Florencio Varela continúa bajo investigación judicial. Las declaraciones de Giaquinta reabren interrogantes sobre el rol de cada uno de los detenidos y la presunta conexión del caso con una red de narcotráfico.
Mientras tanto, la defensa de Celeste González insiste en que su clienta fue utilizada como chivo expiatorio dentro de una trama aún sin esclarecer por completo.