Sigue la polémica por la amenaza de bomba de este domingo en un vuelo de Aerolíneas Argentinas en el que está acusada Daniela Carbone. La investigación arrojó que la azafata utilizó el teléfono de su hija para realizar la llamada y, en las últimas horas, salieron a la luz los polémicos chats que evidencian que todo estuvo premeditado.
“La egoísta sos vos, que me podés cagar la vida a mí por una pendejada”, le dijo la joven a su madre minutos antes de que la detuvieran en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Ambas mantenían una discusión días previos de lo ocurrido.
“Estuve trabajando y lejos de casa cinco días”, le dijo la mamá, que lleva 25 años como empleada en la empresa estatal. “Si vas a estar con cara de orto cuando llegue y no se te puede hablar, andate a lo de tu novio… Todos estos días estuviste con él en casa”, agregó, molesta porque la pareja había usado la parrilla.
Pero el tono de la conversación pronto cambio cuando la policía se acercó a Carbone. “Hija, me llevan detenida”, dijo Daniela, y le pidió que llamara a un contacto. “Hija, ni una palabra a nadie”, alcanzó a decirle.
La azafata se negó a declarar
Luego de que un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami permaneció varado el domingo varado en Ezeiza durante siete horas por una amenaza de bomba, este martes Daniela Carbone, la azafata y única sospechosa por “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”, fue citada a indagatoria, pero se negó a declarar.
Carbone llegó cerca de este martes, alrededor de las 11:30 hs, a los Tribunales de Lomas de Zamora para que el juez Federico Villena le tomara declaración. No obstante, se negó a declarar y cuatro horas más tarde fue trasladada nuevamente a su lugar de detención por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Así, la azafata espera la decisión del juez respecto al pedido de su abogado para que sea liberada, teniendo en cuenta que los delitos por los que está detenida son excarcelables.
Más allá de eso, la situación de la mujer es “muy comprometida”, ya que de todas maneras, de ser encontrada culpable, afrontará diversos cargos penales y económicos por los perjuicios que ocasionó.
Cómo ocurrió la amenaza de bomba
El domingo 21 de mayo, el vuelo AR1304 de Aerolíneas debió ser evacuado en su totalidad cuando estaba por partir rumbo a la ciudad estadounidense de Miami, con 270 pasajeros y 12 tripulantes a las 07.35, al recibir, tanto el comandante del vuelo como personal de tierra, una amenaza asociada al vuelo.
Finalmente, tras corroborarse que se trataba de una falsa amenaza, el avión despegó a las 16.50, más de nueve horas después de lo previsto. De acuerdo con fuentes vinculadas con la investigación, la amenaza consistió en un audio que decía: “Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”.
La voz fue distorsionada, pero los investigadores pudieron establecer primero que se trataba de una mujer y, luego, determinar el origen de la misma, lo que llevó a la detención de la azafata.
La justicia investiga si la mujer habría mantenido, hasta hace dos meses, una relación sentimental con un tripulante de cabina que se encontraba en el vuelo que debía despegar hacia Miami y habría utilizado la amenaza al comandante y al avión para desviar el verdadero motivo, que sería complicarle la vida a su expareja. A tal fin, las fuentes indicaron que, para sostener esa línea, también habría mandado mensajes al piloto del vuelo, en el que le advertía que “sabía a qué colegio” iban “sus hijas”.
Aerolíneas Argentinas sufrió una pérdida superior al millón de dólares, entre el operativo de evacuación de los pasajeros y lo que implicó la reprogramación de la partida hacia Miami y las demoras ocasionadas.