Miramar sigue conmocionada por el crimen de Luciano Olivera producto de un disparo por parte de un efectivo de la policía. Mientras la familia da el último adiós en un velorio, hubo un fuerte operativo policial después de los incidentes del viernes.
La familia comenzó el velatorio a las 16 en la casa de sepelios Diagonal, ubicada en la diagonal Fortunato de la Plaza 1661, donde se extendió hasta las 19.30, cuando partió el cortejo hacia el cementerio local. Cerca de 100 personas participaron del último adiós para despedir al joven asesinado en esa ciudad.
Mientras la familia y los amigos participaban de la despedida entre lágrimas, hubo un fuerte operativo policial para intentar controlar cualquier tipo de incidente que se pueda producir, similar a lo que pasó el pasado viernes en la comisaría donde era parte el efectivo que asesinó a Luciano.
Afuera de la sala velatoria, había una bandera de 11 Unidos, el club donde Luciano era parte y jugaba al fútbol. Además, acompañaron varios carteles con leyendas, entre ellos, uno que decía: “Ser pibe no es delito”.
A las 19.30 el cortejo fúnebre emprendió el viaje hacia el cementerio local. Detrás del auto blanco que llevaba los restos de Luciano se formó una caravana de autos y motos con amigos del joven.
La palabra del Intendente de Miramar: “No me va a temblar el pulso para tomar medidas”
Este mediodía también habló el jefe comunal de Miramar, Sebastián Ianantuony, quien aseguró que no le “va a temblar el pulso” para tomar medidas contra las autoridades policiales.
“Realmente era innecesario el tipo de actitud que tomó el policía. Hoy ya es materia de la justicia, se están haciendo las investigaciones está la fiscal Ana Caro está llevando adelante las investigaciones. Se están tomando las declaraciones testimoniales, se han terminado las pericias hace algunas horas”, comentó.
“No me va a temblar el pulso si hay que tomar decisiones con respecto a las autoridades policiales o el accionar particular de cualquier agente en los hechos acontecidos en el día de ayer”, añadió.