Cuando en Argentina nos centremos en el paciente y no en el negocio de algunos, no todos médicos, visitadores, farmacias, droguerías e industrias farmacéuticas que esta hoy asociado a la marca comercial mejoraremos definitivamente la salud de la población y aumentará su acceso.
El DNU se centra claramente en el paciente que obliga a recetar por solo el nombre genérico de la droga evitando la marca y además el cambio del perfil de dirección en Anmat en esta nueva gestión parece que va en ese camino.
Hoy en nuestro país contamos con los medicamentos originales de multinacionales con su marca que son eficaces y seguros ya que inventaron el tratamiento para determinada enfermedad con estudios clínicos de fases 1, 2 y 3 en miles de pacientes y registrados por primera vez en FDA (Food and Drug Administration) o Agencia Europea de Medicamentos (EMA), habitualmente los más costosos.
Hoy la falta de exigencia por parte de Anmat de los estudios abreviados internacionalmente aceptados de bioequivalencia en los medicamentos similares evidencia que hay productos de buena y mala calidad en la práctica médica cotidiana por eso el reclamo de la Academia Nacional de Medicina y por eso encontramos en la farmacia marcas más caras y baratas.
Por la salud del paciente no hay otra que realizar los estudios que separen la paja del trigo. Si un medicamento no es eficaz y seguro, no es un medicamento, es una estafa, es un delito y la responsabilidad de permitirlo está a cargo del estado.
Con los estudios realizados se podrá intercambiar en la farmacia perfectamente (no como hoy), elegir la marca que se desee, pagar el precio que el usuario quiera por la marca de su preferencia, las industrias farmacéuticas serán más eficientes y competitivas ya que fabricarán solo medicamentos de verdad y en más cantidad ya que no estará la competencia desleal de los medicamentos de mentira.
También les abre las puertas exportadoras al mundo que busca medicamentos bio equivalentes (estudios simplificados comparativos con el original de fase 4 en pocos sujetos in vivo o in vitro).
Los visitadores médicos podrán realizar su propaganda con el médico o en la farmacia seguramente de otra manera, pero no con argumento de mejor calidad.
Las droguerías y farmacias venderán más unidades porque aumenta el acceso.
Los médicos estarán seguros de que no habrá fallas terapéuticas prescribiendo por el nombre genérico (DCI).
Y finalmente tendremos medicamentos seguros, eficaces, intercambiables y accesibles económicamente para el paciente, que no verá afectada su salud por falla terapéutica (falta de eficacia o intoxicación).
Lo que informo no es una novedad, es lo que hacen los países que cuidan a su gente, lógicamente los desarrollados, pero basta con ver lo que logró México y Brasil donde todos los productos son originales o bio equivalentes, se pueden intercambiar por su nombre genérico, tienen una industria pujante internacional y nacional, todos los medicamentos con seguridad y eficacia demostrada, terapias efectivas y un costo promedio menor al nuestro ya que no habrá lugar para incentivos, gastos superfluos ni corrupción que termina encareciendo el medicamento innecesariamente en nuestro país.
Hagamos lo que hay que hacer, anímemonos a cambiar ya que eso elegimos, pongámonos a trabajar para ser un país normal que cuide a su gente.
Sobre el Dr. Mario Domínguez
El Dr. Mario Cesar Domínguez: es Farmacéutico, Bioquímico de la Universidad Católica de Córdoba y Facultad de Ciencias Químicas.
Es especialista en Bioquímica Clínica de la Universidad Nacional de San Luis y la Facultad de Química Bioquímica y Farmacia.
Dominguez es experto Internacional en Bioequivalencia y dirige el Centro de Bioequivalencia acreditado por Anvisa en Brasil – Invima en Colombia – ISP en Chile – Anmat en Argentina.