Estuvimos con Diego Domínguez en Paraná, una gloria del rugby internacional que en los años ´90 jugó para los Pumas y que luego adoptó la nacionalidad italiana y vistió los colores de ese país donde se convirtió en leyenda e ídolo de un recordado periodo de gloria del Azurri. Hoy Domínguez, ya retirado del deporte profesional y de alta competencia, divide su tiempo entre Europa y Argentina en donde desarrolla su vida empresarial y actividad ligada al rugby. En el lobby del hotel Mayorazgo de la capital provincial, Vía País tuvo la oportunidad de charlar y hablar de lo que más le apasiona: la formación de deportistas y el rugby en particular.
Diego, nos cuenta con pasión que son los clubes para él: "En todos los países donde se juega el club es el primer escalón en el cual el chico se acerca a jugar al rugby, los clubes tienen un rol fundamental: educativo y formativo. Al menos mi recuerdo con el club es muy fuerte. Jugué todos los niveles, desde amateur hasta llegar al profesionalismo en el más alto nivel y recuerdo todavía con cariño mi primer club acá en Argentina." Con un tono cargado de pasión nos sigue contando: "El rol que un club cumple es importante y hay que fortalecerlo. Porque los chicos pasan un tiempo en la casa, otro en el club y en la escuela. El por eso el club, tanto como la familia y la escuela son espacios fundamentales".
Domínguez que jugó en Italia tiene el record de ser unos de los cinco grandes del rugby mundial que han convertido 1000 puntos en sus seleccionados. Siguiendo con la línea de la importancia de los clubes afirma: "A los clubes hay que apoyarlos, darles herramientas. En todo el mundo los clubes tienen problemas económicos. Pero la misión de estas instituciones deportivas es formar buenos atletas y buenas personas. Al alto nivel llega muy poca gente, casi todos se quedan en el rugby amateur. Todo lo que fuiste aprendiendo y aplicando en el club luego lo aplicas a la vida".
En Milán, Italia Dominguez lleva adelante un trabajo de hace muchos años para "copiar" el modelo argentino de clubes. "Estamos aplicando en este club la filosofía de un club argentino. En Europa no pasas horas en el club, no hay esa filosofía argentina donde el club es social. En Italia los clubes no tienen grandes instalaciones, piletas, canchas, etc. Durante la semana el chico no va a interactuar, practica su disciplina y se va del club". La infraestructura que ve en Italia no es igual a la Argentina, nos cuenta el rugbier, ve que aquí tenemos más posibilidades de crecimiento y contención. "En Europa no hay clubes como acá. Es impensable una institución con 10 hectáreas en donde se practiquen varios deportes", afirma Diego.
Con respecto a su mirada hacia el rugby argentino afirma que es fuerte, a pesar de la última copa del mundo. "Veo grandes jugadores argentinos en las ligas del mundo y se destacan". El jugador argentino es apreciado por su pasión y contagia al equipo que llega. Con respecto al futuro cree que es necesario apoyar cada vez más a los clubes ya que ellos son los responsables del surgimiento del alto rendimiento. "Para seguir formando tenes que seguir trabajando en la base, cuanto más alto llegas más jugadores necesitas. Los clubes son la nafta de la elite, para que lleguen treinta tienen que haber miles practicando el deporte", concluye Diego Dominguez que visitó Paraná, quien tiene algunas inversiones en la ciudad y que divide su tiempo entre el deporte, negocios y familia.