Entre Ríos. La historia de Gimena es realmente conmovedora, con tan sólo nueve meses fue diagnosticada con una grave enfermedad y debió someterse a un trasplante de riñón pero por fortuna para la niña su madre se ofreció como donante. "Sabía que le iba a poder dar la nueva oportunidad de vida", expresó la mujer.
La pequeña, oriunda de Entre Ríos padece de un síndrome nefrótico denominado Esclerosis Mesangial difusa. Se trata de una patología hereditaria que se presenta a partir del primer año de vida con diferentes niveles de gravedad. El caso de Gimena es particular ya que a ella se le detectó con ta sólo nueve meses.
Según contó al medio local ElOnce TV la Dra. Andrea Exeni, jefa del Servicio de Nefrología Infantil del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, la niña comenzó a realizarse diálisis sin haber cumplido el año. Al tiempo la pequeña debió someterse a un trasplante y su madre no dudó en ser su donante.
"Saber que era compatible fue una felicidad inmensa porque sabía que le iba a poder dar la nueva oportunidad de vida. Gime nos enseñó que a los problemas hay que enfrentarlos. Ella es una gran luchadora, es mi vida", expresó emocionada la madre de la niña.
A pesar de ser madre e hija no en todos los casos los donantes son compatibles con los pacientes pero en esta ocasión todo resulto bien para Gimena y su madre. La niña se operó con tan sólo tres años y en la actualidad vive con sus padres y su hermano Mateo. Su familia siempre se mantuvo unida a pesar de las largas internaciones y las complicaciones que se presentaban por el estado de salud de la menor.
"Es importante no quedar atrapado en la enfermedad. Si hay uno que trabaja de enfermo crónico y el otro de madre o padre de enfermo crónico es muy difícil salir. Ellos lo superaron muy bien, y lograron entregarse al equipo, confiar y seguir con la vida", concluyó Exeni.