Se trata de Amanda Laureana Da Rocha (32), quien no respeta la prisión domiciliaria ni es controlada por las autoridades que están a su cargo. En varias ocasiones fue detenida por ventas y uso de cocaína. Los vecinos alertaron que deambula por las calles y hace una vida normal, con visitas y paseos.
Antecedentes de la joven
En los últimos siete años fue detenida tres veces en Oberá, en las últimas dos causas recibió la prisión domiciliaria.
En el 2015, la joven fue condenada con su pareja a cuatro años de prisión por almacenamiento de estupefacientes, ya que en su domicilio de Oberá hallaron un cargamento de marihuana listo para ser comercializado. Cumplió aquella condena en la cárcel de mujeres de la localidad de Ezeiza, Buenos Aires.
En el 2018 volvió a ser capturada, junto a otro cómplice, acusada de manejar un kiosco de drogas en su propia casa, también en Oberá. En el lugar fraccionaban las dosis de marihuana y cocaína.
En el 2019, Da Rocha gozaba de prisión domiciliaria por la causa del 2018 cuando volvió a ser detenida porque la Policía constató que vendía estupefacientes en su domicilio. De todas formas la Justicia Federal le volvió a otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria bajo la custodia de personal del Escuadrón 9 Oberá de Gendarmería Nacional Argentina (GNA). Sin tobillera, ni otro dispositivo electrónico que permita un control estricto.