Las comunidades de Ka'a Kupe, Yvy Chĩ y Ko'ẽju se movilizaron exigiendo la interrupción de tareas de explotación de un bosque nativo en un predio de la empresa Carba SA en Campo Grande. A raíz de la protesta, desde el ministerio de Ecología de Misiones indicaron que la empresa se comprometió a interrumpir la explotación, pero desde el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) afirman que hasta la tarde de este jueves las motosierras seguían activas.
En el fondo hay un conflicto por la posesión de la tierra: la empresa tiene la propiedad y un plan de manejo autorizado por Ecología para sacar madera, mientras que las comunidades tienen el aval del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que los reconoce como habitantes ancestrales de ese territorio.
El director de Control Forestal del ministerio de Ecología de Misiones, Víctor Zayas, indicó que la empresa en cuestión cuenta con un plan de manejo aprobado para hacer aprovechamiento sostenible en los lotes más alejados a las zonas que habitan las comunidades aborígenes. Confirmó además que la explotación que cuestionan desde las comunidades guaraníes se está desarrollando dentro de los límites de esos lotes que fueron autorizados por Ecología.