Durante la madrugada del lunes llegó al Hospital SAMIC de Oberá Romina Rocío Rosa, de 29 años, con la cara totalmente desfigurada. Se encontraba en compañia de su ex pareja -Fabián M., de 40 años- y ante los efectivos policiales declaró que se habia golpeado tras resbalar y caer en su casa. Pero por las indagaciones de los familiares se descubrió que esa version no era verdad.
Ante sus conocidos, Romina se quebró y conto lo que en realidad habia sucedido. Su ex pareja se encontraba en su casa al momento en el que ella llegó de trabajar, discutieron, se puso agresivo y la golpeo violentamente, hasta desfigurar su rostro.
La situación se desencadenó frente a la los ojos de los tres pequeños hijos que tienen en comun y a pesar de que Romina intentó huir el hombre la retuvo y siguió golpeando. Al rescatarse de la complejidad de la situacion le limpio la sangre del rostro, le ordenó lo que debia decir ante las autoridades y la traslado al nosocomio.
La verdad se revelo, pero la victima no recibió la contencion necesaria. Los policias le dijeron que no podrian hacer nada hasta que ella salga del hospital y realice la denuncia, en la sede policial. En consecuencia, el hombre sigue en libertad y en estos momentos se encuentra al cuidado de sus hijos.
Estos hechos no sucedieron una vez, sino que se repitieron durante 10 años. Junto a engaños y mentiras, motivos por los que Romina se separó del agresor. No estan divorciados, pero desde hace un mes viven en casas diferentes.
"Aguanté muchos años por mis hijos, porque siempre me maltrató, pero tengo mucho miedo”, expresó atemorizada la joven, al relatar su historia a El Territorio.
