Una pequeña laguna y un cerro, con una belleza y una historia que despiertan la curiosidad de cualquiera: Del Palao, uno de los destinos turística mas hermosos de Neuquén. Está un poco escondido, pero hace falta un vehículo de doble tracción para llegar. Pero ojo, tiene que ser alto porque hay lugares con escombros. Pero para la tranquilidad de aquellos que quieran visitar ese espacio escondido, no hay que preocuparse porque no hay peligro.
Don González vive en un rancho y hace 72 años cuida de la laguna: “Los pescadores llegan entusiasmados y se van enojados y juran no volver más y yo les pongo cara de disimulo…es que cuando los veo venir, me las arreglo como puedo y les digo a todas las aves que habitan esta laguna que les avisen a los peces que se escondan porque llegaron los peligrosos pescadores… y acá, no queda nadie… es que esta laguna es tan chiquita que nos conocemos todos y entre todos nos ayudamos…”
El hombre tiene su puesto a unos 20 metros de la orilla de la laguna Del Palao. A 10 o 12 kilómetros de la laguna esta Tricao Malal, la tierra de los loros barranqueros, uno de los paisajes más bellos y coloridos que más curiosidad despiertan.
A 467 kilómetros de la capital neuquina, por las rutas 22 y 40 está Andacollo. De ahí hasta Tricao Malal, donde está el camino a la laguna, hay 78 km. Son 41 kilómetros de asfalto y el resto ripio en muy buen estado, aseguraron desde el medio Río Negro.
Rincones escondidos, cerros y una laguna mágica, con años y años de historia y un hombre que dedicó su vida a cuidarla, conservarla y protegerla.