El acuerdo de Cooperación que negociaron el presidente de la República Popular China, Xi Jinping y Cristina Kirchner en 2012, estipula que el gobierno argentino le cede un predio de 200 hectáreas en la localidad de Bajada del Agrio al país oriental para que opere allí, durante medio siglo, la llamada Base China.
Esto generó incertidumbre en Estados Unidos, por los motivos que podría esconder esta potencia mundial y el verdadero uso que podría darle a este centro operativo, que cuenta con tecnología de punta y está vigilada celosamente. Incluso las autoridades nacionales no pueden entrar allí.
Las suspicacias aumentan cuando el Gobierno Argentino decide que tendrían protección para que nadie pueda interferir en su trabajo a través de tecnología de espionaje n un radio de 100 kilómetros a la redonda.. También colaboró para que usen frecuencias de comunicación del espectro radioeléctrico nacional y haga así funcionar su antena gigantesca.
Dentro del Convenio no está establecido que este centro de operaciones tenga que informar a nuestro país sobre qué está trabajando, aunque en los últimos tiempos, se logró establecer una cláusula que indica que no debe utilizarse con fines militares.
La función que parece tener este centro es explorar el espacio exterior con satélites. La parte que no le gusta a las autoridades estadounidense, es que China utilice esta herramienta para hacerse dueño de la información por vía del espionaje tecnológico satelital, indicó Diario Clarín.