Parece que los casos de gatillo fácil en la provincia se están acumulando.
El primer caso ocurrió el jueves pasado, cuando un policía federal abatió a un presento ladrón en Ciudad. El sábado después se conoció que el uniformado fue imputado por homicidio agravado.
El segundo caso se llevó a cabo el domingo pasado. Un policía se encontraba en la plaza San Martín con su novia cuando mató a una persona que parecía tener intenciones de robarles. El caso se dio vuelta y ahora el agente también fue imputado.
La versión inicial era que la persona fallecida (Daniel Gustavo Giménez Vega de 18 años), junto con otra persona más (Mariano Leonel Tello), se había acercado al policía para robarle, por lo que el uniformado se defendió al disparar. Eso mismo pudieron corroborar los investigadores al ver las cámaras de seguridad de la zona.
Pero, luego de añadir el audio a los video y conocer la declaración de la novia del policía, la situación cambió. Según estos nuevos adelantos, no fue un robo o un intento de robo sino una discusión.
Con este nuevo panorama el fiscal Gustavo Jadur, supervisado por su jefe Oscar Sívori, imputó al oficial por el delito de homicidio agravado por uso de arma y por ser integrante de una fuerza de seguridad.
También cambió la situación de Tello, quien inicialmente fue imputado por homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma. Es decir que se lo había responsabilizado por la muerte de su amigo, como lo establece la ley para este tipo de situaciones en las que el robo o la tentativa terminan generando una muerte. A raíz de esto, en las próximas horas este joven podría ser imputado por hurto con resistencia a la autoridad agravada.