Una familia de Buenos Aires llegó a Mendoza hace pocos meses. Sin conocer a nadie el más pequeño de la casa intentó hacerse amigos en la provincia. Luego de varios intentos y de sufrir maltrato por parte sus compañeros, la madre publicó unas palabras en Facebook que le cambiarían la vida para siempre.
Nuria Soimer es una madre que con intenciones de ayudar a su hijo realizó una publicación en Facebook que lo ayudaron a que encontrara amigos que compartan gustos con el joven. Luego de una dura historia de vida, los nuevos amigos en la provincia son una “caricia al alma”.
Oriundos de Buenos Aires ella y su hijo llegaron hace algunos meses a la provincia. “Nos escapamos de nuestra provincia porque allá sufríamos múltiples agresiones y queríamos empezar una nueva vida”, indicó Nuria a Vía Mendoza.
“Cuando llegamos acá no fue muy diferente, nos costo mucho encontrar gente amena con nosotros. Ser de Buenos Aires trae una especie de malos tratos, bullying o desprecio muy fuerte, sobre todo para los más chicos”, añadió.
La madre contó que su hijo, Mateo, tenía algunos amigos en la provincia pero que hacer algunos meses se alejó de ellos. “Cuando vi que mi hijo sufría de soledad y que yo no podía ser la amiga ya que soy su mamá, decidí que lo mejor es que tenga gente de su edad a su alrededor y que hablaran como él”, continuó.
Desesperada por querer ayudar a su hijo, la mujer optó por hacer la publicación en Facebook donde varias personas le comentaron de manera positiva.” Opte por escribir con el corazón en la mano mi dolor por ver a mi hijo así”, indicó.
Los espacios que tiene Mateo para conocer personas son muy reducidos ya que su educación obligatoria terminó y la familia no cuenta con el sustento económico para pagar otros espacios donde se comparta. “Somos muy humildes y eso hace que no tengamos oportunidades de ir a cursos o pagar salidas. A él le gusta leer mucho, ama los videos juegos y el anime”, explicó.
Con las intenciones de que conozca gente de este rubro decidió hacer la publicación. “Rogando de que no haya burlas y que él no se enoje conmigo abrí mi corazón en ese grupo comunitario de Mendoza”, desarrolló la madre.
Luego de unos días la publicación de Nuria había recibido varios mensajes de padres y de chicos que estaban interesados en iniciar una nueva amistad. Así fue como el joven logró encontrar a personas que compartieran sus mismos gustos.
Unas jóvenes lo metieron a un grupo que se dedica hacer reuniones para hablar de animé en Mendoza. En el espacio encontró personas que lo entienden y ya no vive más con el miedo de tener que fingir ser otra persona para encajar.
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