Dejar de fumar es una decisión importante para una persona y la de su familia, porque significa querer seguir viviendo. Querer es poder también si se da el paso, si se propone y se pone voluntad para recuperar independencia y libertad con respecto al cigarrillo.
De ahí que en esta nota abordaremos cuánto afecta esta adicción a nivel nacional y provincial, casos recuperados, qué enfermedades produce y cuánto de letal es, qué beneficios tiene dejar de fumar para mejorar la calidad de vida y qué programas existen en Mendoza para dejar de ser víctima de tabaquismo.
Números que alarman
Según profesionales de la Comisión Provincial de Tabaco, en diálogo con Via Mendoza, fumar es una adicción de las más peligrosas, partiendo del punto que “la nicotina es un alcaloide estimulante del SNC (Sistema Nervioso Central) y por lo tanto aumenta la ansiedad de las personas que fuman”, confió Diana Calderón, Magister en Drogadependencia, integrante del equipo interdisciplinario para dejar de fumar del DAMSU.
Tomando en cuenta esto, “está en discusión en el ámbito de Salud Mental si existe una personalidad de características adictivas para manejar impulso de fumar, los limites o la gestión de la ansiedad. Estas personas que presentan esos rasgos, tienen una mayor tendencias de los consumos problemáticos en general, entre ellos, el tabaco, aún sabiendo y sintiendo los síntomas relacionados con ese consumo”, aseguró por su parte María Eugenia Lertula, especialista en clínica médica, posgrado en adicciones a cargo de la Unidad de Prevención y Cesación Tabaquica de Osep.
Según la encuesta mundial sobre tabaco en jóvenes, realizado en Argentina 2018, “los resultados reflejan que un 20,2 % de los adolescentes encuestados refirió haber consumido alguna forma de tabaco en los últimos 30 días. El 18% fumó cigarrillos, manteniéndose la tendencia de un mayor consumo femenino. Cuatro de cada diez jóvenes de 13-15 años consumió alguna vez tabaco. Existe una tendencia descendente en la prevalencia de consumo de cigarrillos que pasó del 24,5% en 2007 al 18 % en el 2018, aunque estas diferencias no fueron estadísticamente significativas”, confió Calderón.
En cuanto al cigarrillo electrónico, “el 14,4% de los jóvenes refirió haberlo probado y el 7,1% refirió usarlos en la actualidad.
Es importante recalcar que la industria tabacalera saca constantemente productos nuevos de tabaco al mercado, que apuntan al grupo de jóvenes y las nuevas formas de fumar”, agregó.
Mientras que en adultos “el 22,2% es el número a nivel nacional, y según dicha encuesta por provincia, Mendoza tuvo el 25%, por encima de la media nacional”, sostuvo Lertula.
Sin embargo, en el país hubo registro de una disminución del consumo de cigarrillos, aunque no así de los electrónicos. Aunque sigue siendo menor al convencional.
¿Qué enfermedades genera y cuántas son mortales?
Se sabe que entre las enfermedades que esta adicción causa, la más conocida son las relacionadas al sistema respiratorio, pero hay otras menos difundidas.
Según la encuesta realizada en el 2018, fallecieron 45 mil personas argentinas, de las cuales 14% fueron por causas de la nicotina.
Otro informe relevó cantidad de personas que enfermaron como consecuencia del consumo de la nicotina: 19.000 personas fueron diagnosticados de cáncer, 33.000 casos de neumonías, 11.000 accidentes cerebrovasculares y 61.000 hospitalizados por enfermedad cardiovascular, y más de 100.000 personas que cada año enferman de EPOC.
Detallando que cuando se habla de cáncer no es sólo de pulmón, sino que hay otras menos conocidas pero igual de frecuentes, como “el cáncer de boca, labios, estómago, páncreas, vejiga y ciertas formas de leucemia.
“En las mujeres el consumo de tabaco se asocia con mayor riesgo de cáncer de cuello de útero. Otras patologías relacionadas incluyen cataratas, úlceras bucales y gingivitis. Además de que en las mujeres que fuman tienen tres veces más probabilidades de ser infértiles que las que no fuman. También tienen su menopausia en promedio dos años antes que las que no fuman”, sumó Calderón
¿Qué recuperamos cuando dejamos de fumar?
Según las especialistas, mientras antes se deje de fumar, más expectativas de vida hay. “Antes de los 35 años, las expectativa de vida es prácticamente igual a la de una persona no fumadora”, confió Lertula.
En tanto que la especialista de OSEP sostuvo que “se experimenta una mejor función pulmonar, lo que facilita la respiración y reduce la tos y la falta de aire”.
Por lo que a esto se le agrega otros beneficios en el acto de dejar de fumar:
¿Cómo encontrar ayuda para dejar de fumar?
Lo más importante en la motivación de dejar de fumar es la decisión del propio paciente de abandonar el hábito. No es “algo” que dependa de la voluntad en sí, sino de la propia decisión sabiendo que el cuerpo –puntualmente el cerebro- buscará la forma de traicionarlos. Sin embargo, está comprobado que dejar de fumar “sí se puede”.
Los programas en la provincia, tanto en el DAMSU como en OSEP, y otras entidades de la provincia, consiste en trabajos interdisciplinarios con psicólogos, médicos clínicos y familiares, nutricionistas y actividad física.
En el transcurso de estos talleres se trabaja con herramientas cognitivo conductuales para ayudar a las personas a mantenerse en cesación.
Pero además, para aquellos casos más difíciles, que fuman 10 cigarros diarios y lo hicieron por más de 10 años, se le suma un tratamiento farmacológico (terapias sustitución de la nicotina, comprimidos, chicles, o antidepresivos leves, entre otros).
Para Lertula, “aprender a manejar el estrés es una herramienta fundamental en el proceso de dejar de fumar”.
Y especificó: “Ayuda mucho considerar algunos tips para cambiar los ‘mal llamados hábitos’ o, mejor dicho, las repeticiones, actitudes o movimientos que se hace en determinadas situaciones. Esto ayudan a afrontar estos momentos incomodos con los tratamientos”.
Los farmacológicos “ayudan a manejar las abstinencias físicas en el momento de dejar de fumar. Los primeros 3 meses son los más difíciles. Si el paciente no está medicado, tiene más posibilidades de no tener éxito o sufrir una recaída (NdR: (el porcentaje de recaídas al año es de 60-65%)”, confió.
El problema viene porque se ha demostrado que la nicotina “produce cambios en áreas del cerebro, hay más receptores y mayor liberación neurotransmisores. Y en las personas que tiene una historia de fumador se producen síntomas de abstinencias importantes. Pone de relieve la dependencia física que genera la nicotina. Por lo que para estos casos, está demostrado que dejar de fumar no sólo es cuestión de decisión y voluntad, sino que se necesita de más herramientas para tener éxito”, aseguró.
Cómo es posible dejar de fumar
Las especialistas coincidieron en diferentes estrategias para ayudar a dejar este hábito.
- Un Tratamientos integrales, tomando en cuenta la dependencia física, psicológica, conductual y la social. Si se toman estos aspectos, una recaída baja exponencialmente.
- Un entrenamiento para distinguir sus situaciones difíciles. Se generan estrategias de sustitución para momentos con más ganas de fumar. Se complementan con la ayuda de profesional.
- Se sugiere fijar un Día D para dejar de fumar, ya que es fundamental dejarlo para comenzar un eficiente tratamiento con medicación.
- Cambiar hábitos y evitar desencadenantes como:
- No fumar en espacios cerrados.
- Evitar pensar en “una sola pitada” y que se liberen los receptores de nicotina (cerebro) que -provocan la tentación y consecuente recaída.
- Postergar primer cigarrillo de la mañana o aquel de después de comer
- Fumar solo aquellos que necesita, postergar aquellos que se prenden automáticamente.
- Evitar ofrecimientos y avisar a amigos y familiares sobre su decisión para que lo ayuden.
- Cambiar el lugar que rutinariamente suele usar para fumar
- Sustituir el acto de fumar por otros como cepillado de dientes, una ducha, tomar jugos naturales o té, o masticar chicles, comer zanahorias, entre otros, ya que lo que se intenta es reemplazar esos estímulos con toda la parte sensorial de la boca.
- Evitar el estrés con técnicas de respiración y relajación. También sirve salir a caminar.
5. Mantener un estilo de vida saludable: cuidar la salud en general al mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente.
Dónde podés asistir para dejar de fumar
En el Programa de Cesación Tabaquica de DAMSU. Allí se atienden por año aproximadamente entre 85 y 90 pacientes, en modalidad individual y grupal, En las estadísticas del año 2021-2022 ingresaron al programa 76 personas. Un 73% logró dejar de fumar al momento de terminar el programa y el 34,6% de los mismos permanecen sin fumar al año, momento en el cual médicamente se consideran ex fumadores. Estos números implican un porcentaje exitoso, según las estadísticas internacionales.
En la Unidad de Prevención y Cesación Tabáquica de OSEP. Allí recibimos por año alrededor de 450 y 500 personas. De ellos, el 30% dejaron de fumar durante 6 meses, aunque variaron según las recaídas, las cuales también recibieron de este equipo de trabajo su acompañamiento para retomar.
