La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza recibió 60 barbijos confeccionados por integrantes del programa de rugby penitenciario Los Caciques.
El intendente Ulpiano Saurez se entrevistó con ellos sobre el impacto positivo del deporte en personas privadas de la libertad y se comprometió a “construir un ambiente propicio para la reinserción social”.
Internos de la unidad penal Boulogne Sur Mer trabajaron en la confección de los tapabocas, cuyos elementos de protección para enfrentar la pandemia de Covid-19 fueron otorgados al municipio por Guillermo Navarro, Memo Segui, Julio Navarro y el padre Marcos, impulsores del rugby en las cárceles mendocinas.
Además, los representantes de Los Caciques remarcaron sus inquietudes respecto de cómo favorecer la reinserción social, considerando necesario fortalecer el contacto intramuros y extramuros con quienes transitan por el sistema penitenciario.
El discurso se centró en la importancia de seguir apostando al deporte y de trabajar, entre otros aspectos, en la terminalidad educativa y la formación en oficios.
Los referentes del rugby penitenciario también plantearon que muchas de las personas que recuperan la libertad se instalan en la Ciudad y sus alrededores.ante esto, el intendente Ulpiano Suarez se comprometió para trabajar más fuerte con la inclusión social.
“Los internos deben contar con la misma posibilidad de capacitarse y tener un oficio que cualquier otra persona. Cuenten con el municipio como un aliado en el proceso de reinserción. Queremos que la Oficina de Empleo sea la primera puerta que se abra”, remarcó, adelantando que habrá programas que podrían implementarse para ayudar en la formación en oficios y las búsquedas laborales.
Los Caciques
El programa deportivo nació hace más de cinco años en el complejo penitenciario Almafuerte, siguiendo los lineamientos de la fundación Los Espartanos. El proyecto surgió con el objetivo de inculcarles a los internos los valores del rugby y de acompañarlos en su proceso de reinserción social. Dados los buenos resultados obtenidos, la experiencia se trasladó a los penales Boulogne Sur Mer y San Felipe, que comenzaron practicando bajo la modalidad seven (siete jugadores por equipo).