La pobreza en el país y en Mendoza crece como consecuencia a la inflación. Y muchas personas en condición de pobreza sufren esta situación, mucho más cuando llega el crudo invierno. De allí que miles de familias viven en condiciones de hacinamiento e indigencias. Es el caso de cinco familias de los Cinco Mil Lote de Las Heras que vieron como recurso usurpar una escuela para poder vivir bajo un techo que los repare del frío.
En los barrios Pucará y Espejo funcionaban hace casi 10 años dos escuelas: la 2-021 Teniente Coronel Pompilio Schilardi y el CENS 3-476 Haydee Felisa Guillaumin, respectivamente. Ambas fueron trasladadas debido a las condiciones edilicias de los inmuebles.
En la última mencionada, ubicada en calle Alsina y Portillo de ese departamento, viven cinco familias que supieron distribuirse en aulas, adaptándolas como viviendas en donde conviven entre 6 y 8 personas en cada una.
Según la publicó de Sitio Andino, uno de los ocupantes expuso que hace cuatro años vive ahí. “Nosotros vivíamos en los 5 mil lotes y terminamos acá porque tenemos un techo; nosotros vivíamos debajo de los nylon”, relató.
Además, el hombre detalló que allí vive con su esposa y sus cuatro hijos. “Ahora estamos un poco mejor. Pero no tenemos ayuda de nada”, contó indicando que aún siguen en malas condiciones e incluso peligrosas, por un desborde cloacal enfrente de la escuela y porque ese establecimiento arrastra deficiencias edilicias.
Los vecinos también aseguran que poco después de que las escuelas fueron trasladadas “la gente se empezó a meter ahí. Es gente que está muy abandonada”, describió una vecina.
Por su parte, Gastón ‘Willy’ Donato, un referente de los barrios populares del departamento del norte mendocino, confió que en la zona del Pucará y el Santa Teresita hay personas que “realmente están olvidada. Hay un sector de la comunidad que está rezagada” y que carecen de “vivienda y acceso a los servicios; informalidad estructural del trabajo e inseguridad”, entre otras situaciones de precariedad.
Cómo es la pobreza en Mendoza
Según la última medición del Indec sobre la pobreza en el país y en sus regiones -dada a conocer en marzo-, Cuyo se ubicó como la tercera región más deficiente con el 39,6% después de las dos del norte, y Mendoza se presentó con el 41,7%, casi tres puntos por debajo de lo que ocurrió en 2021.
Esto implica que escaló en la provincia 2.1 puntos porcentuales en comparación al primer semestre del año pasado, que fue del 38,6%. En cambio, marcó una caída de casi 3 puntos si se la compara con el mismo periodo de 2021 en que la pobreza estaba en el 44.6%.
Y en cuanto al nivel de indigencia, en Mendoza el 7% de las personas no logra hacerse de lo mínimo indispensable para vivir. La cifra marca un aumento de 2,4% con relación al primer semestre de 2022 (fue de 4,6%) y a su vez mostró una leve disminución al compararlo con el mismo semestre de 2021, en que estaba en el 7,2%.
Esto en números más concretos significa que hay 435.458 personas en situación de pobreza en el Gran Mendoza, viviendo en 105.150 hogares; mientras que 73.586 personas son indigentes y viven en 17.358 hogares.
Esto es sumamente preocupante, porque más de un tercio de la población vive por debajo de la línea de pobreza y que una parte significativa se encuentra en situación de extrema.
Cabe recordar que estos datos fueron difundidos en marzo, tras una recopilación de información comparativa del 2021-2022, por lo que estos números en la actualidad, con la alta inflación del presente, podrían ser diferentes y más inquietantes aún.