Después de pasar unos días de vacaciones en medio de un pequeño pueblo italiano bajo la nieve, Nina Martínez y Agustina Gandolfo regresaron a su rutina en la ciudad de Milán. En medio de un almuerzo familiar junto a Lautaro Martínez, la hija del Toro conquistó a todos sus seguidores por la “cara de enamorada” que puso cuándo el delantero se acercó a ella.
Hace días que la pareja se encontraba en distintos lugares, por un lado Agustina Gandolfo y Nina Martínez disfrutaron de unos días bajo la nieve. Y por el otro, a un mes de coronarse campeón del mundo, Lautaro Martinez festejó la obtención de la Supercopa de Italia un 18, pero de enero.
Luego de estos días separados, la influencer, con más de 1.2 millones de seguidores en Instagram, compartió en su cuenta un video donde se puede ver a la familia nuevamente reunida compartiendo un almuerzo en Corage Milano, su restaurante.
“Enamorada de papá”, escribió la mendocina junto a un video donde el delantero se acerca a su hija y Nina reacciona de la manera más tierna.
Inmediatamente se escucha una exclamación de ternura por parte Agustina Gandolfo, que al igual que sus seguidores no pudo con la ternura que expresó Nina en su cara. Tanto mamá como hija son muy compañeras entre sí y Nina, a pesar de ser muy pequeña, disfruta al máximo de la vida mediática que tienen sus padres y a veces se roba el protagonismo en las redes sociales.
En ese mismo instante, Lautaro, compartió a través de sus historias una foto de ambas, “las extrañaba mucho” agregó luego de reencontrase con su familia.
Agustina Gandolfo comparó su repulgue de empanadas con el de Lautaro Martínez
Después de compartir este tierno momento a la hora del almuerzo, la pareja disfrutó de todo un día en su casa de Milán. A la hora de la cena, ambos decidieron preparar un plato típico argentino: empanadas.
Con las manos en la masa, la influencer subió un video de ambos en la cocina y comparó su repulgue con el de Lautaro Martínez, “El repulgue de Lauti jajajajajaja”, escribió en la historia donde muestra la bandeja lista para ir al horno, y agregó: “el mío está mal, pero no tan mal” entre las risas de ambos.