Después de que el sistema de atención en los pasos fronterizos Cristo Redentor y Libertadores colapsaran durante las Fiestas de Fin de Año por el fluido de turistas (superaron las 28 mil personas que cruzaron a Chile y más de 17 mil que ingresaron al país, las cuales debieron esperar hasta 8 horas en Alta Montaña), desde aduanas se resolvió aplicar nuevas estrategias para evitar que esto se repita durante las vacaciones de enero.
Las mismas consiste en incrementar la cantidad de casillas disponibles para las gestiones, más personal y, en caso de sobredemanda, un cargado diferencial de la información.
El colapso en el paso fronterizo que llevó a replantear medidas
Según los últimos informes recibidos del Centro de Fronteras y Coordinador del Paso Internacional el fluído de viajantes durante las fechas del 24 al 30 fue elevadísimo, superando la capacidad de atención en aduanas.
Según el reporte, durante esas fiestas festivas del 2022, hubo 17.739 personas que ingresaron a la Argentina (4.332 en autos, 168 en colectivos) y 28.695 que cruzaron a Chile (6.818 en autos y 168 colectivos). Es decir, un promedio de 6 mil personas diarias que fueron y otras de vinieron.
Por tal motivo, se hizo inevitable el colapso en la administración de la frontera, y desde Migraciones en argentina afirmaron que el problema se presentó en el Paso de Libertadores (Chile), donde los superó el número de viajantes y quedó en evidencia la falta de casillas para la realización de los trámites. Y si bien desde hace años que ambos países se manejan con un sistema integrado de información, para un caso de éxodo como el que sucedió anteriormente, esto no fue efectivo.
¿Cuál es la solución que proponen desde el lado argentino?
Para entender un poco la funcionalidad en la atención de aduana, cabe aclarar que el viajante que sale de la argentina debe realizar el trámite con las autoridades chilenas, mientras que quienes salen de Chile lo deben realizar con las argentinas. Y tomando en cuenta que son más personas las que ingresaron al país trasandino en las últimas semanas de 2022, la aduana en Libertadores fue la más afectada.
Por tal razón es que la primera medida que se tomó fue duplicar los puntos de atención en el Paso chileno y de personal: de lunes a jueves habrán 10 cabinas y de viernes a domingo llegarán a 15. Esto se mantendrá al menos durante la temporada alta de vacaciones (enero y febrero).
Sin embargo, más allá de esta solución inmediata, el Jefe de Centro de Fronteras y Coordinador del Paso Internacional (Ministerio del Interior), Justo Báscolo, explicó a Los Andes que antes de empezar la temporada hubo una reunión bilateral donde las autoridades de ambos países acordaron medidas, como el de hacer uso de un instrumento legal que se aplique en caso de colapsos en los pasos como el sucedido.
Y se propusieron dos medidas en caso de que las demoras en el lugar de gestiones sean superior a una hora: la carga de información en diferido (es decir, que el viajante llene el formulario y se realice el sellado para luego se efectúe la carga digital en el sistema) y el control selectivo de vehículos (es decir, no revisando a todos los autos). Y Chile no accedió a la segunda argumentando que es más importante la seguridad que la espera.
Por lo cual, aumentar las cabinas y el personal es la alternativa que encaja en el plan de solución en los Pasos de la frontera. Pero además Báscolo recordó que el viajante también puede hacer la diferencia: “El paso funciona las 24 horas y los alojamientos se toman desde las 13, por ello todos se manejan desde las 7 de la mañana y es cuando colapsa”. Y al finalizar, recomentó: “Lo ideal es aprovechar desde las 19 horas cuando hay menos gente”.
