Ayer el Club Sirio fue el escenario para despertar la alegría de los presentes en el IV Festival de Colores. Fue también una oportunidad para seguir abriendo puertas a los refugiados de Siria que viven en la provincia.
Según lo relata hoy diario Los Andes, son cuatro las familias, y dos hombres solteros, de este país que encontraron en Mendoza un nuevo hogar. Si bien todos ellos dejaron en el olvido los sufrimientos de la guerra siguen adaptándose a la cultura mendocina. Parte de ésta nueva forma de vida consiste en tener un trabajo estable, una vivienda y satisfacer las necesidades básicas.
Ayer el evento fue abierto a todo público y a partir de distintas actividades como shows de danza bollywood, clases de yoga, degustación de té y lluvia de polvos holi se buscó recaudar fondos para los ciudadanos sirios.