Con la crisis del consumo, extendida hacia a todas las actividades y el encarecimiento de los precios, quedaron fuertemente resentidas las ventas para el vino embotellado.
Por eso los bodegueros anunciaron en radio Nihuil que le pedirán al Gobierno nacional un trato preferencial, condiciones diferentes para que la industria subsista en este mal momento.
Se trata según lo publicó hoy diario UNO, de una serie de ventajas que han calificado como "un acuerdo de competitividad". Así lo confirmó José Pepe Zuccardi, presidente de la UVA (Unión Vitivinícola Argentina) y uno de los principales referentes del sector exportador de vinos. En concreto los empresarios vitivinícolas se centrarán sobre las retenciones a las exportaciones, las cargas laborales y los impuestos a los combustibles. Zuccardi detalló que quieren ir más allá con un acuerdo de competitividad en el que se tenga en cuenta la disminución de las cargas laborales que en la vitivinicultura tiene alto impacto porque es una gran generadora de empleo".