El empresario Enrique Pescarmona admitió haber pagado coimas durante el Gobierno de Cristina Fernández Kirchner y dijo que Julio De Vido quería quedarse con parte de la empresa. Esto es en el marco de la investigación por los cuadernos.
Ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rivolo el empresario mendocino, actual arrepentido en la causa de los cuadernos K, admitió haber pagado coimas a ex funcionarios kirchneristas aunque aseguró que lo hizo por haber sido extorsionado a través del Gobierno de Venezuela.
Según el ingeniero, el Gobierno venezolano frenó durante 300 días los pagos para poder construir la central hidroeléctrica Macagua I. En otro de los apartados de su declaración aseguró haber sido intimidado por Julio De Vido, ministro de Planificación, para cederle parte de su empresa. El empresario mendocino desde 2015 ventiló que la obra pública estaba cartelizada. Los pagos de las coimas, en su caso, habrían sido retirados en su propia casa por Roberto Baratta.