Hace 18 años fue noticia que la primera bebé del milenio había nacido en Mendoza, el hospital Scaravelli, en Tunuyán. Hoy vive el pintoresco barrio Terraza de Manantiales, a unos diez minutos del centro de El Calafate junto a su familia.
Milagros Nazarena Pocoví recuerda muy pocos sitios de la geografía mendocina y ya casi no hay rastros de la tonada cuyana en su hablar, sin embargo guarda un sentimiento especial por esta tierra. Lo resume en el orgullo de saberse "la primera persona del milenio que nació allí".
"Lo único que conservamos de Mendoza es el mate y la siesta. Esa tradición no nos abandona", se ríe la muchacha. Su padre Ramón es el único tenido por mendocino en la ciudad patagónica, mientras que sus cinco hijas (Mili es la del medio) ya se consideran "unas calafateñas de ley" .
Tras el ofrecimiento de un empleo para Ramón y la posibilidad de la casa propia, los Pocoví dejaron los aires de Tonada del Valle de Uco y rumbearon para instalarse en El Calafate, cuando Milagros tenía apenas siete años. “Sólo conservo en mi memoria algunas imágenes de entonces: el barrio de mis abuelos y tíos, el Manzano Histórico...”, comenta la joven.
El presente
“Me gustaría ser profesora de Matemáticas, pero sé que no será muy sencillo”, confía Mili. Hace unos días, festejó su fiesta de egresados junto a sus compañeros del secundario 9 Valentín Feilberg de El Calafate y ahora piensa en su futuro.
Su preocupación no es vocacional. La mendocina sabe muy bien que su objetivo es enseñar Matemáticas. Sin embargo, seguir este profesorado implica abandonar a su familia y mudarse a Río Gallegos, una ciudad que se encuentra a tres horas de su hogar. "Estamos viendo con una amiga, los costos de los alquileres son muy altos... quizá siga algún curso aquí hasta que me organice", cuenta en una entrevista a Diario Los Andes.