Sujetos le dieron un preciso disparo que le atravesó el ojo izquierdo. El proyectil llegó hasta los sesos y estalló, lo que le produjo una muerte cerebral inmediata. Horas después, durante la madrugada de ayer, la víctima dejó de existir en el Hospital Central.
Pero este episodio no fue el primer hecho de sangre que tuvo como protagonista a la familia Ortega Osorio en la popular barriada guaymallina.
Su padre y tres de sus hermanos se encuentran en la cárcel por estar condenados o acusados por diferentes homicidios que tuvieron como escenario el Pedro Molina. Incluso, la misma víctima estuvo sindicada en el 2011 por asesinar a un chico de 17 años.
Los pesquisas que están trabajando en el homicidio del "Polaco", liderados por el fiscal de Homicidios Carlos Torres, tienen en consideración estas situaciones que marcaron a su familia y cualquier tipo de conflicto que pudo haber quedado sin resolver producto de esos hechos.
Esto porque los ataques por ajuste o venganza están a la orden del día en el complejo e intentan determinar si el pasado de sus parientes tuvo estuvo relacionado con la agresión que dejó sin vida al joven, que había salido de la cárcel hace tres semanas. La causa aún no cuenta con detenidos.
