La rúcula, aunque no es originaria de America Latina, encontró en Mendoza tierra fértil para desarrollarse y cuando llega el calor es muy económica. Esta hortaliza con infinidad de propiedades puede darle un toque especial a muchas comidas como ensaladas, sandwiches y hasta pizzas.
Su nombre científico es Eruca sativa, también es conocida como rúcola, oruga, roqueta, ruca o jaramago. Es una planta comestible natural de la región mediterránea; en la época romana, se consideraba un afrodisíaco por lo que su consumo en las comidas era habitual.
Tradicionalmente se ha recolectado salvaje y no se ha cultivado a gran escala. De hecho era considerada una mala hierba por lo que no era estudiada de manera científica. A partir de la década del noventa se comenzó a valorar el cultivo de rúcula.
Dentro de sus mejores cualidades cabe resaltar que sus hojas contienen glucosinolato, una sustancia que ayuda a inhibir el crecimiento de algunas clases de células cancerígenas; vitamina A para la piel, antioxidantes, ácido fólico y vitamina B.
Como otras plantas verdes, es rica en vitamina K, lo que favorece la salud cardiovascular y provee calcio necesario para los huesos. Además aporta la vitamina C que mantiene las defensas altas, muy importante a la hora de combatir el Covid-19 y otras enfermedades.
La rúcula es clásica de la llamada "dieta mediterránea", calificada por algunos expertos como la más sana y sabrosa del mundo. Es muy popular en la gastronomía italiana, francesa, griega y española; por ejemplo, en Italia es habitual añadir rúcula fresca a la pizza recién horneada. También es un excelente ingrediente para añadir a los platos de pasta.
Es una planta de fácil cultivo incluso en macetas, pero también se encuentra en la mayoría de supermercados y verdulerías de la provincia.
Algunas Recetas:
Ingredientes: 2 atados de rúcula, 4 tomates de buena calidad, 1 trozo de mozzarella, olivas o aceitunas negras, a gusto, buen chorro de aceite de oliva, pizca de sal, pizca de albahaca.
Preparación: mezcla todo en un bol y listo.
Ingredientes: 1 atado rúcula grande lavado y escurrido, ajo a gusto, girasol y oliva, un puñado a gusto de nueces y almendras picadas.
Preparación: picá todo muy finito y mezclalo. Reservalo en un frasco en heladera. Se puede conservar en la heladera y servir con pasta fría.
Ingredientes: harina pre mezcla para pizza, queso muzarella, salsa de tomate, 1 paquetito rúcula, 100 gramos de jamón crudo.
Preparación: En esta receta podés preparar la pizza o comprar una prepizza. Es muy sencilla. Se pone a calentar primero sola con el tomate, luego con el queso y al final, cuando se retira del horno antes de servir, se le agregan las hojas de rúcula y el jamón.
Ingredientes: 2 cebolla medianas, 2 paquetes de rúcula, 200 gramos de panceta ahumada, 1 taza de queso parmesano, 100 gramos de queso fresco, 2 huevos, 3 cucharadas soperas de avena ultrafina, 1 cucharada sopera de semillas de sésamo, sal.
Preparación: En una sartén bien caliente dorar la panceta para que quede crocante. Hace lo mismo con el ajo y las cebollas. Cuando esté todo listo agregar la rúcula, saltear unos minutos con los otros ingredientes y reservar.
Cuando la mezcla esté tibia, poner los huevos, el queso y echar el relleno en la masa de tarta. Espolvorear con la avena. Agregar parmesano y sésamo por encima.
Cocinar en horno caliente durante media hora.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza