Pese a las denuncias concretas y a la significativa cantidad y a la contundencia de la pruebas con que contaba la Fiscalía de La Plata, la causa que investigaba la comisión de abusos sexuales en el instituto para chicos sordos Antonio Próvolo (en La Plata) fue declarada proscripta por una cuestión de plazos. Con la firma de los jueces de Casación, Víctor Violini y Mariano Borinsky, se resolvió dicha prescripción al dar lugar a un pedido de la defensa del único detenido en la ciudad bonaerense, el ex celador Jorge Brítez. "Concluyo que la aplicación retroactiva de la ley penal en contra del imputado violenta los principios de legalidad y debido proceso (...), motivo por el cual, en definitiva, la acción intentada progresa", se explayaron los magistrados.
Entre los tres imputados que tenía la causa platense se destaca el sacerdote italiano de 82 años Nicola Corradi, quien fue señalado por las víctimas y sobrevivientes de la sede de aquella ciudad como uno de los autores de los abusos sexuales, maltratos y constantes ataques (que incluían golpes y hacerlos quedarse en la intemperie con poca ropa y con temperaturas muy bajas durante las noches de invierno). El mismo Corradi fue condenado a fines de noviembre del año pasado en Mendoza, tras ser declarado culpable de abusos sexuales y hechos de corrupción de menores en la sede del Próvolo de Carrodilla (Luján de Cuyo, Mendoza).
En el juicio mendocino, que se extendió durante más de tres meses, Corradi fue condenado a 42 años de prisión por los ataques sexuales; mientras que su par y también sacerdote, Horacio Corbacho, recibió una pena de 45 años de prisión dictaminada por los jueces; también tras ser declarado culpable de los abusos sexuales sistemáticos cometidos contra un grupo de niños sordos y niñas sordas que estudiaban y dormían en los albergues del Próvolo mendocino. El ex jardinero, Armando Gómez, y el ex monaguillo Jorge Bordón -también denunciados en la causa- fueron condenados a 18 y 10 años de cárcel, respectivamente.
Si bien aún a la fiscal platense Cecilia Corfield y a los abogados de las víctimas de La Plata les queda la posibilidad de plantear un recurso extraordinario en la Corte de Justicia de la Nación para revertir la prescripción, con la resolución de este viernes por la tarde, Corradi solo tendrá condena -histórica, por lo alto de la pena y por la condición de sacerdote- únicamente por los abusos cometidos en Mendoza.
Tres ciudades, mismas denuncias
Antes de llegar a Mendoza, el octogenario cura italiano estuvo asignado en la sede del instituto Próvolo de La Plata (entre las décadas de 1980 y 1990). Y las denuncias y la causa por abusos en aquella ciudad se reactivó y tomó fuerza luego de que los hechos en el instituto mendocino salieran a la luz hace cuatro años, en noviembre de 2016.
Sin embargo, el itinerario de las denuncias por abusos sexuales contra Corradi tampoco comenzó en La Plata. Y es que en la década del '70, Corradi fue uno de los sacerdotes acusados por otro grupo de ex alumnos de la sede central del Próvolo (en Verona) como autor de distintos hechos de abuso sexual. En pocas palabras, en las tres sedes del Próvolo donde estuvo Corradi fue denunciado por haber abusado sexualmente de quienes estudiaban en el lugar, aunque solo la causa judicial se inició en La Plata y en Mendoza. Y con la decisión de declarar prescripta la causa platense este viernes, el cura abusador solo tendrá -por el momento- condena por los hechos en Mendoza.
Los imputados en La Plata
Con la resolución de la Cámara de Casación platense, Brítez (que era el único detenido de los tres imputados en La Plata) recuperó la libertad. El hombre, nacido en Misiones y denunciado como uno de los autores de los abusos, se había desempeñado como celador en la institución en la época en que los denunciantes relataron haber sido abusados.
Otro de los imputados por los abusos en aquella ciudad era el laico Eliseo Pirmati, quien -además- también estaba señalado como uno de los abusadores en los 70 en Verona; junto con Corradi. Con la prescripción también llega a su fin la disputa judicial que se había desatado y que estaba referida a la extradición de Pirmati; quien había vivido algunos años en el Próvolo platense, también fue denunciado por los abusos allí y quien viajó raudamente a Verona ni bien salieron a la luz las denuncias en Mendoza y se fueron conociendo detalles sobre los hechos de La Plata. Por pedido de la fiscal Corfield, la Justicia argentina había solicitado la extradición de Pirmati, aunque desde Italia no habían hecho lugar a este petitorio.
El tercer imputado de la causa de La Plata, en tanto, era el ya mencionado Corradi; que será de esta manera el único condenado por algunos de los abusos que cometió en las tres sedes del Próvolo. En Mendoza, el cura cumple su condena con prisión domiciliaria en un hogar para ancianos de Luján. Oportunamente, la fiscal de La Plata había solicitado el traslado de este sacerdote a esa ciudad para formalizar la imputación y encaminar el avance la causa.
El segundo juicio en Mendoza
Mientras tanto, en Mendoza ya está en marcha el segundo de los juicios por los abusos en el Próvolo lujanino. Esta segunda causa -que integra el denominado Caso Próvolo- cuenta con 9 mujeres imputadas, entre ellas dos monjas: Asunción Martínez y la japonesa Kumiko Kosaka. Esta última está denunciada e imputada como autora de algunos abusos.