Alejandro Salas, el celador del colegio Murialdo de Guaymallén que era juzgado por el abuso sexual a una niña de salita de 4 años, fue condenado a 6 años de prisión.
En una audiencia que se realizó por Skype, los jueces los jueces Eduardo Martearena, Belén Salido (votó en disidencia) y Mateo Bermejo, condenaron a Alejandro Salas por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador.
Como Salas estaba con prisión domiciliaria, por el momento continuará recluido en la casa hasta que la sentencia quede firme.
El celador fue detenido en agosto del 2018 y trasladado a la cárcel, aunque en febrero pasado logró el arresto domiciliario.
Durante el juicio se plantearon dos posiciones: la Fiscalía de Delitos Sexuales y los abogados de la madre de la pequeña sostuvieron que los abusos se produjeron en el baño de la institución, zona por la que el imputado transitó. Además se apoyaron en el relato de la niña que, incluso describió al agresor.
Para los defensores de Salas, el abuso tendría un origen intrafamiliar, sosteniendo la hipótesis con algunos dibujos realizados por la víctima. Además presentaron datos del teléfono del celador, indicando que a la hora exacta de abuso –fijada por la cámara de seguridad- el estaba manipulando el aparato, enviando mensajes por WhatsApp. La posición de los acusadores, finalmente, fue tenida en cuenta por el tribunal.
En febrero pasado, durante los alegatos, la fiscal Cecilia Bignert, de Delitos Sexuales había solicitado una pena de 8 años de cárcel, el mínimo para un delito que tiene penas de hasta 20 años.
Por su parte, el abogado de la madre de la menor, Gastón Andino, se había inclinado por una pena algo mayor: 10 años de prisión.
Por último, los abogados Víctor y Federico Ábalos, habían reclamado la absolución lisa y llana de su cliente.