La cuarentena obligatoria que comenzó el 20 de marzo, además de aplacar el avance del coronavirus trajo consigo un efecto extra que benefició al planeta y en Mendoza ya es bien palpable: la mejora en la calidad del aire que se respira.
Durante las últimas semanas la municipalidad de Capital verificó una disminución significativa en la concentración de contaminación atmosférica en el periodo de aislamiento y han concluido que la circulación de vehículos, que ahora está sumamente reducida, es una fuente de contaminación del aire muy importante a la que hay que apuntar a reducir.
Si bien todavía se encuentran trabajando para dar mayores precisiones respecto a los niveles de reducción, han observado, como ejemplo, la disminución en la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) que es un indicador de contaminación como resultado de actividades antrópicas.
“Sobre la base de información generada por el Satélite Sentinel-5 NRTI NO2 y geoprocesamiento mediante Google Earth Engine, se advierte como resultado una reducción significativa en la concentración de dichos gases, representados en un cambio de tonalidad, de celestes (alto valor de concentración) a púrpura (bajo valor de concentración)”, informaron.
Para los expertos de la comuna, esta disminución pone en evidencia la relación directa entre el modelo actual de desarrollo de las ciudades a nivel global, regional y local y sus impactos ambientales asociados.
En Godoy Cruz pudieron comprobar que el monóxido de carbono (CO) bajó un 50%. "Este gas aparece como consecuencia de la combustión de los autos que circulan por la ciudad", indicaron desde la comuna a Diario Los Andes.
Si bien era bastante esperable una baja de contaminantes atmosféricos por la cuarentena, a los expertos les llamó la atención los valores obtenidos. "Pensábamos que iba a ser menor el impacto, pero los números resultaron muy llamativos", reconocieron desde la Secretaría de Ambiente de Godoy Cruz.