Las Autoridades de la Unidad 6 de Jóvenes Adultos de la División de Educación del penal San Felipe participaron en la inauguración de la primera biblioteca ambulante de lectura fácil del país, que tiene como fin extender y acercar la literatura a todos los sectores del establecimiento carcelario.
Este novedoso proyecto recibió el nombre de Ulises Pirola, el primer bibliotecario que tuvo el complejo penitenciario, y quien trabajó en el desarrollo de un sinfín de transformaciones ejemplificadoras en favor de la resocialización, junto al escritor Lucio Albirosa, Pablo Moreno y Mauricio Martínez.
Esta biblioteca móvil tiene un sistema basado en un medio accesible para la comprensión de textos, generando incluso un club de lectura fácil donde los internos consiguen la comprensión de los textos de forma dinámica y objetiva.Actualmente, cuenta con más de 200 libros donados por Ediciones Culturales Mendoza, la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Cuyo, la Biblioteca Popular de Chacras de Coria y la fundación Visibilia, además de muchos otros actores sociales que han decidido colaborar.
La modalidad de acceso a la lectura existe en todas las cárceles argentinas, amparada en el Plan Nacional Bibliotecas Abiertas del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación que establece una biblioteca, equipamiento y un bibliotecario por cada unidad del país. A esta disposición nacional nuestra provincia ha sumado actividades educativas con el fin de que las personas alojadas adquieran conocimientos que actúen a su favor al momento de abandonar el encierro.
Un poco de historia
La División Educación del Complejo San Felipe, en donde funciona la Unidad 6 de Jóvenes Adultos para el alojamiento exclusivo de personas de 18 a 21 años, en 2007 lograron instalar el Plan Nacional de Alfabetización y replicarlo en todas las unidades penales de la provincia.
Luego de la inauguración de la Biblioteca Miguel Hernández, se trabajó para que funcione también allí un espacio de estudio académico desde donde saldrían los primeros ingresos de internos a la Universidad Nacional de Cuyo.
Pirola quiso desde siempre llevar la literatura a los pabellones, por eso tomaba cada mañana y tarde un carrito repleto de libros y salía a recorrer la cárcel, entregando un poco de esperanza a quienes estaban privados de libertad.
En el acto estuvieron los familiares de Ulises Pirola, su mamá, esposa e hijo. Allí, el músico Andrés Di Pietro dio melodía al encuentro y Jonathan David Amaya estuvo a cargo de la fotografía.