Tras el caso de los alumnos de un jardín de infantes de Guaymallén que ingirieron raticida colocado en unas magadalenas esta semana, desde el Centro de Toxicología precisaron que es un "hecho común".
El especialista Sergio Saraco detalló que día por medio reciben casos de niños que consumieron veneno para ratas.
"Tenemos muchas situaciones en las que les llamó la atención el color y la forma, por eso lo comen", mencionó el toxicólogo. En el caso de los alumnos del jardín, los estudios mostraron que no sufrieron intoxicación.
Las nuevas normas en Argentina hacen que los raticidas no puedan ser comercializados en forma de cebo, sino de pellet, con una estructura trianular o circular, más frande y parafinado, para disminuir estos accidentes. "La exposición para ser de riesgo debe ser oral: no hay absorción ni al tocarlo ni al olerlo", añadió Saraco.
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