Enrique Pescarmona le ha puesto el cartel de venta a sus empresas de energía eólica, por eso decidió desprenderse de cuatro de sus subsidiarios que operan parques solares en su interior.
Ya hay dos interesados entre los compradores que son el Banco de la Nación y el Banco de Inversión y Comercio Interior.
La decisión tiene que ver con el proceso de reestructuración de deuda que tiene Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A (IMPSA), una deuda que llega a los 1100 millones de dólares y los especialistas entienden que éste es un paso importante para mantener la operatividad de la empresa, tanto para la sociedad como para sus acreedores.