Si las cuentas que mostró Cornejo en el anexo al que hizo referencia durante todo su discurso son reales, hay inversiones por 1500 millones de dólares en emprendimientos energéticos.
Alfredo Cornejo eligió el camino más conservador para dar su discurso anual ante la Asamblea Legislativa. Con la frase "revolución de lo sencillo" intentó capitalizar como positivo las carencias que, por herencia y errores propios, tiene su gestión.
Sin embargo mencionó un dato que, en ese contexto, parece una exageración difícil de creer: en Mendoza habrá inversiones por más de 60 mil millones de pesos y este año se ejecutarán 21 mil millones. En el detalle de esas cifras hay datos reales, algunos engañosos y varias expresiones de deseo.
Pero fuera de los números hay un concepto que parece esclarecedor. El único sector que se impulsa con potencial concreto para crecer y darle aire a la matriz productiva es el energético.
La mayoría de las obras e iniciativas que pueden contarse tienen que ver con ese sector; con energías renovables, petróleo y construcción de represas. Aunque otras actividades potentes, como el turismo, impulsan la economía, el sector energético es al que Cornejo y su equipo le ponen un foco especial y hay dos aristas importantes.
Una, el intento por impulsar la inversión privada para ejecutar los proyectos. El otro, la fuerte tensión entre darle impulso al valor agregado local, con la complejidad del caso, o acceder a lo "rápido y barato" made in China.