La monja japonesa Kosaka Kumiko, denunciada por las víctimas como partícipe y cómplice de los abusos sexuales cometidos contra alumnos sordos del Instituto Próvolo de Luján de Cuyo, arribó esta mañana a Mendoza y será indagada en los tribunales provinciales.
"La monja arribó esta mañana temprano y alrededor de las 9:00 fue trasladada a la Unida Fiscal de los Tribunales provinciales", confirmaron esta mañana voceros del ministerio Público Fiscal, donde será notificada de las acusaciones en su contra y, eventualmente, prestará declaración.
Kumiko fue acusada por una adolescente, que actualmente tiene 17 años, y que dijo haber sufrido abusos de parte del cura Horacio Corbacho cuando tenía 5. Dijo que la religiosa "fue quien le puso el pañal tras la violación para contener el sangrado" ocultando y teniendo conocimiento que había sido violada, lo cual la hace cómplice primario del delito del abuso.
Otra de las víctimas la señaló como la persona que "entregaba" a los niños y niñas que ella consideraba más vulnerables a los abusadores. También declararon que era la que llevaba a los menores a los habitaciones con cadenas para que fueran abusados.
Otra de las víctimas dijo que Kumiko lo sacaba al patio, frío y de noche, le doblaba los brazos y lo dejaba solo un rato para que estuviera "amansado" cuando ella volviera a buscarlo para entregarlo a los curas.
Por los abusos en el Instituto para niños hipoacúsicos, están imputados los sacerdotes Horacio Corbacho, de 55 años; el sacerdote italiano Nicolás Corradi (82), quien tenía acusaciones similares en Verona, Italia, en los años 80 y fue trasladado a Mendoza; el monaguillo Jorge Bordón (55); el ex empleado del instituto José Luis Ojeda (41), quien también es sordo, y el jardinero Armando Gómez (46).