Tras el caso de Jesús, el hombre de 38 años a quien un grupo de vándalos prendió fuego en calle Las Heras de Ciudad, el debate se centró en el estado en el que viven las personas en situación de calle. Jesús trabajaba como cuidacoches en esa zona del centro mendocino y dormía en la puerta de un negocio cuando unos jóvenes lo quemaron intencionalmente.
Si bien este es un caso atípico y podría decirse, sin precedentes en la provincia, Jesús no es el único que vive en estas condiciones. De hecho, acorde a la información de la Dirección de Contingencia y del Lagomaggiore, alrededor de 10 personas en situación de calle ingresan por mes a dos importantes efectores de salud pública.
"La idea es descomprimir el Hospital Central que se dedica más a la traumatología y accidentes viales. Por este motivo, nosotros trabajamos en forma conjunta con el Lagomaggiore y el Lencinas adonde ingresan 5 ó 6 personas sin hogar a cada uno por mes. El primer contacto lo tenemos a través de las áreas sociales de Guaymallén, Ciudad y Godoy Cruz. Nos dan el alerta de la situación, nos acercamos y nos comunicamos con las guardias de estos efectores de salud para que se les brinde atención", explicó Alejandro Verón, titular de Contingencia de la provincia.