Hija de padres alemanes, de la región de Baviera, nacida en Buenos Aires pero radicada en Mendoza en 1949, Nelly Noller se convirtió en la primera argentina que alcanzó la cumbre del cerro Aconcagua, punto al que arribó el 16 de enero de 1952, cuando tenía 21 años.
Las mujeres que le precedieron en ese cometido fueron una francesa, una española y una suiza.
Luego de una preparación y aclimatación en altura, un frío y luminoso 16 de enero de 1952, Noller consiguió la meta tan ansiada y pisó el suelo yermo y no muy grande de la cúspide del Coloso de América. Lo lograron ella, un amigo, Hugo Eduardo Santi (87), ex suboficial de Fuerza Aérea, quien vive en Godoy Cruz, y Rolando Augusto Mikkan, que más tarde se convertiría en su marido, fallecido en 2003. Los tres tenían 21 años.
"Entre subir a la meta y bajar al campo base (Plaza de Mulas) nos demoramos seis jornadas, con mucha suerte porque el tiempo nos acompañó", refiere con clara memoria de lo ocurrido hace más de 65 años.
Se convirtió de ese modo en la primera mujer argentina en llegar a la cima del Techo de América de 6.962 metros de altura sobre el nivel del mar. "Lo más complicado -dice- fue la trepada a través de la Canaleta (el tramo final antes de acceder a la cúspide), que obliga a un gran desgaste por el suelo pedregoso y porque cada movimiento agobia muchísimo; ellos (Santi y Rolando) iban detrás de mí, adaptándose a mi paso porque yo marcaba el ritmo. Llegamos a la cumbre a las 4 de la tarde. En el horizonte divisamos el océano Pacífico. Hacían unos 22 grados bajo cero, y el viento era muy fuerte", contó en una mano a mano con diario Los Andes.