Mar del Plata atraviesa un fin de semana positivo en cuanto a la cantidad de turistas, incluso calculan que llegarán a un total de 180 mil. Aunque los controles fueron reforzados para un buen cumplimiento de los protocolos vigentes, no faltó quienes opacaron el escenario.
En ese aspecto, tres confiterías organizaron shows en vivo sin contar con la habilitación necesaria. Asimismo, pudieron desactivarse siete fiestas clandestinas, realizadas en casas particulares. Fueron los propios vecinos quienes alertaron sobre estas situaciones. Si bien se recibieron 36 llamados, sólo en siete no se respetaba ningún cuidado.
Los agentes municipales acompañados de efectivos de la Policía bonaerense fueron los encargados de la desarticulación. Cabe mencionar que durante este fin de semana se ha dispuesto el servicio de los jóvenes voluntarios con “chalecos celestes”, quienes recorren las calles asesorando sobre los cuidados necesarios y haciendo respetar la distancia, entre otros. Durante el verano, su tarea se enfocó en las playas, mientras que en estos días se encuentran principalmente en calles y centros comerciales.
Luego de conocer las últimas restricciones impuestas por el Gobierno bonaerense, prohibiendo todo tipo de actividad comercial o recreativa entre las 2 y las 6 de la mañana, los hoteleros y gastronómicos se mostraron preocupados por las consecuencias económicas que podía tener. Asimismo, se encuentran alertas ante la posibilidad del endurecimiento de las medidas.
De todas maneras, la cantidad de visitantes ayudó a que los números se muestren “aceptables”.
Los números del turismo
Según lo esperado por los operadores turísticos, Mar del Plata podría llegar este fin de semana a los 180 mil turistas. Las cifras oficiales del Ente Municipal de Turismo estarán entre el lunes y el martes, pero ya aseguran que se encuentran cerca de lo calculado.
En cuanto al alojamiento, los hoteles de mayor categoría alcanzaron hasta un 90% de ocupación; cuando el promedio suele ser del 70%. Los números se asimilan los registrados en Carnaval, a mediados de febrero, y considerado el mejor de la temporada.
En estas Pascuas, el clima cálido de otoño ayudó también a la llegada de más personas, que incluso todavía pudieron disfrutar de las playas. Desde la costa, el movimiento de gente se traslada a las calles Alem, Güemes y Olavarría y al centro. Los bares y restaurantes brindan ahora otra imagen, con decks sobre el frente de sus locales, a fin de compensar la pérdida de la capacidad en el marco de las restricciones.