Un hombre que vive en Mar del Plata debió realizar un viaje de urgencia hacia Santiago del Estero para poder ver a su madre que padecía una dura enfermedad, cuando llegó a la provincia del norte argentino le negaron el acceso, demostró que estaba apto para entrar e insistió durante nueve horas pero aún así no pudo y se enteró en la ruta que su madre murió.
Todo ocurrió este lunes por la tarde, Antonio se subió a un remis de larga distancia junto a su esposa y emprendió un viaje de casi 1.500 kilómetros hacia su ciudad natal, para compartir sus últimos momentos con su madre Ángela, una mujer de 76 años que padecía cáncer de páncreas. Horas después, en el largo trayecto, le avisaron que había fallecido. Entonces, él quiso completar el recorrido para despedirla, pero le prohibieron el acceso a pesar de que había presentado toda la documentación correspondiente.
El hombre de 49 años, emprendió el viaje con todos los permisos de circulación correspondientes e incluso un hisopado negativo. En medio del viaje, a pesar del esfuerzo y en medio del trayecto se enteró del trágico final: su mamá, que estaba internada en el sanatorio Central Banda, había fallecido.
Antonio quiso completar el viaje y al momento en el que llegó al retén de la localidad de Ceres le impidieron el paso. Al igual que otra de las tantas personas que estaban varadas, se bajó del auto y estuvo nueve horas tratando de convencer a los agentes que lo dejaran ingresar, pero no lo consiguió.
Cuando emprendía la vuelta para Mar del Plata, el remisero recibió un llamado a la altura de la localidad de Fernández: habían autorizado su ingreso. Pero ya era tarde: su familia ya había velado los restos de su progenitora y él no había podido despedirla.
"No lo dejaron entrar porque en su DNI tiene la dirección de su domicilio en Mar del Plata. Mi papá se crió allá y aún así no lo dejaron pasar. Él la quería ver por última vez y le quitaron el derecho de poder despedir a su madre teniendo todo en regla", denunció su hija en declaraciones al portal 0223.
Antonio no logró el cometido, pero se reencontró con sus otros cuatro hermanos que viven en Santiago del Estero. Antes de regresar a Mar del Plata, donde también vive una de sus hermanas que no quiso viajar, debe cumplir siete días más en aislamiento.