En un contexto político y fiel a las duras declaraciones, el funcionario cargó y disparó contra la gestión fueguina, en relación a Malvinas. El embajador plenipotenciario y ex Subdirector General de Malvinas y Atlántico Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación, Guillermo Rossi, cuestionó el proyecto del gobernador fueguino, Gustavo Melella, que tiene por objetivo dar por terminados los acuerdos de Madrid I y II y Foradori-Duncan, que Argentina firmó con el Reino Unido.
“Es una estupidez absoluta. Otro producto de la más absoluta y completa ignorancia. No saben, no estudian, no leen y encima eligen a los peores asesores que puedan existir en este planeta tierra”, declaró en un medio de comunicación.
“En primer lugar hay que diferenciar dos cosas. Estoy total y absolutamente de acuerdo y lo vengo diciendo desde hace cinco años, desde que se firmó el Foradori-Duncan, que hay que terminarlo. Sin embargo, hace un año y medio que el gobierno no lo termina. ¿Por qué? Es un tratado gravísimo en el que la Argentina se obliga frente al Reino Unido a cambio de nada. Eso había que denunciarlo el 11 de diciembre de 2019″, dijo y agregó “Cuando uno le pregunta a Daniel Filmus, dice que no lo van a hacer, porque no es un tratado, cosa que no es así”.
“Lo de Madrid I y II es una burrada absoluta y total. Han pasado 30 años y lo único que en la realidad surge de eso en el tema Malvinas, y está vigente, es la reanudación de las relaciones diplomáticas y consulares; la eliminación de la Zona de Exclusión (que hace más de 31 años no existe más) y las medidas de confianza en el ámbito militar, que fueron una manera de suplir esas Zonas de Exclusión”, remarcó. “Derogar o buscar la denuncia de Madrid I y II no tiene efecto positivo en nosotros, lo único que nos trae son problemas; más allá del parloteo nacionalista y todas las pelotudeces”.
Plan Melellista
El proyecto del gobernador Gustavo Melella tenía como objetivo “instruir a Senadores y Diputados” para que impulsen el debate y la sanción de un nuevo marco normativo en torno de los entendimientos bilaterales ante el Reino Unido. También buscaba “dejar sin efecto” los Tratados de Madrid, “desechar” el Acuerdo Foradori-Duncan y “derogar” la Ley 25.290, que podría transformar a las Islas Malvinas en Estado Ribereño de la Argentina, bajo dominio británico.
No obstante, el proyecto fue devuelto nuevamente al Poder Ejecutivo fueguino por dos causas primordiales: errores de redacción jurídico-constitucional y errores que dejaron en evidencia una intencionalidad de querer usarlo políticamente en la campaña electoral. El trasfondo de este punto sería dejar expuestos a los actuales legisladores que, desde su perspectiva, no cumplen con la tesitura malvinera. También, se intentaría impulsar un sesgo hacia los votantes y de este modo posicionar a sus candidatos.
Esta maniobra innecesaria fue percibida por algunos referentes políticos y recordaron una acción en la cual, el actual gobernador de Tierra del Fuego, mediante un spot propagandista, desestimaba la elección del presidente y realzaba la importancia de votar a determinados referentes provinciales como candidatos a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.