El tiempo de aislamiento para muchos fue un tiempo de creación y creatividad. Estas personas vieron útil los días encerrados en sus casas, y dieron nacimiento lo que por mucho tiempo venía gestando en sus pensamientos.
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Quizás no fue el momento más fácil de iniciar un emprendimiento, pero aún así se animaron contra todo pronóstico. Carina Allende fue una de estas personas. Desde el 2019, la mujer maipucina venía pensando en un proyecto, pero fue en el época de pandemia que se animó a llevarlo a cabo.
“Estrellita y sueños” fue el nombre que le puso a su proyecto, siendo este un emprendimiento de títeres y muñecos hechos a mano. Pero al principio, su proyecto no se ideó como un emprendimiento, sino que fue para sumarse a una actividad solidaria.
“La idea de los títeres surge a finales del 2019, para ser parte del programa Pelotero Callejero que se lleva a cabo en la iglesia El Camino Hacia Dios, que le festeja el cumple a los niños de los barrios más carenciados gratuitamente”, dijo Carina en dialogo con Vía Mendoza.
Más que un muñeco
Su deseo de participar en la actividad solidaria fue lo que la llevó a iniciar sus propias creaciones y a investigar sobre el significado de los títeres para los niños. “Es todo un arte y un gran desafío para mi”, detalló la emprendedora.
Los inicios de su proyecto implicaron largas horas de trabajo. “Fue un proceso de aprendizaje de prueba y error, fui descubriendo la gran variedad de títeres que existe, que cada uno tenia una personalidad propia y que logran llegar al corazón de las personas”, detalló Carina.
El primer títere de Carina fue llamado Estrellita y desde aquel muñeco no ha dejado de confeccionarlos. Fue a través de sus estados de Whatsapp que su proyecto se convirtió en emprendimiento, ya que una señorita de un jardín de infantes pudo admirarse con su creación.
“Ella fue la persona que me desafió e impulsó a seguir, me animó a que llevara mis títeres a los artesanos de la Plaza 12 de Febrero de Maipú”, contó Carina. Así ella comenzó con su puesto en la plaza central de Maipú, donde muchos niños pasan y ven sus muñecos.
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“Los títeres tienen un poder extraordinario, logran atrapar la atención de los niños y provocan una sonrisa entrañable en sus caritas. Además ayudan en la comunicación y el desarrollo de la imaginación”, expresó la maipucina.
El contagiar amor y diversión es lo que más quiere Carina con sus creaciones: “Mi mayor desafió no es solo vender una de mis creaciones, sino lograr que los niños puedan llevarse una sorpresa que les cause una bella emoción”. Su mayor deseo es poder dar funciones con sus títeres. Podrás encontrarte con Carina y sus títeres en su página de Instagram o en la plaza de Maipú con los artesanos.