Los jóvenes cada vez más están tomando fuertes compromisos con el medio ambiente y su comunidad, a través de diferentes proyectos o decisiones colectivas en cambios de hábitos. Ellos son el grupo erario que más conciencia han tomado sobre la situación actual de nuestra sociedad, pensando en posibles soluciones para nuestros problemas.
// Mira también: Buscan a jóvenes y adolescentes innovadores a través del concurso mendocino Juventudes IN
Hay dos jóvenes lasherinas que pueden describirse bajo estas características, comprometidas con su comunidad y el cuidado del medio ambiente, y son Yasmin y Flor Herández. Son dos hermanas que juntas comenzaron un emprendimiento de ladrillos ecológicos llamados EcoBrick.
Yasmin y Florencia son dos jóvenes de Las Heras, hermanas que comparten bastantes actividades recreativas juntas y hace unos meses decidieron emprender juntas este proyecto. Yasmin está cursando su carrera en ingeniería civil y Flor estudia odontología. De alguna manera, lograron fusionar sus conocimientos para juntas idear EcoBrick.
Su proyecto Ecobrick
La idea de EcoBrick nació mientras Yasmin realizaba un trabajo para su escuela técnica, cuando aún cursaba la secundaria, sobre los ladrillos convencionales.
“Justo estaba Flor, en ese momento compartíamos habitación psique estaba escuchando la lección y me preguntó si no había forma de insertar un nuevo ladrillo que no tuviera tanto impacto en el ambiente y que fuera ecológico”, contó Yasmin a Vía Mendoza.
Una vez que las dos hermanas quedaron de acuerdo en lo que querían hacer, comenzaron a investigar. Lo más importante para ellas era crear un ladrillo que sea compatible con el medio ambiente. “El único lugar que tenemos para vivir es este y sino lo cuidamos nosotros, que otra persona lo haría?”, expresó la estudiante.
En base a esto, fusionaron sus conocimientos e iniciaron sus primeros pasos hacía hacer su proyecto de ladrillo ecológico realidad.
Su primer objetivo fue sacar en circulación el cartón - “no tiene más utilidad que contener” - por lo que se convirtió en uno de sus materiales primordiales para la creación de EcoBrick. La idea central era realizar sus ladrillos para placas divisorias en los interiores, aunque ahora con la ayuda de ingenieros, están modificando su EcoBrick, mejorando su modelo para que pueda ser utilizado en el exterior.
Como proyecto, EcoBrick está en proceso de patentación y gracias a su participación y primer puesto en el concurso lasherino “Proyecto de mi vida”, sus ladrillos ecológicos podrán ser realidad. Las dos hermanas fueron participes del concurso impulsado por el Municipio, que fue destinado a jóvenes emprendedores, y resultaron ser las ganadoras del certamen.
Sin dudas, Yasmin y Flor fueron las ganadoras porque se trata de un proyecto de triple impacto, que realmente puede ser positivo para nuestra sociedad mendocina.
“Es un proyecto que no solo tiene una mirada ambiéntal queremos sacar de circulación el cartón para cuidar el ambiente y cultural porque estamos enseñando a la gente que el cartón no solo sirve para desechos, sino que de esos desechos podemos realizar algo constructivo. Por último es social, porque ayuda con el problema habitacional”, explicó Yasmin.
// Mira también: Sex Education y una campaña que copa las calles de Mendoza para concientizar a los jóvenes
EcoBrick todavía está en vías de construcción, siendo las hermanas Hernández las más involucradas en el proyecto. Tiene grandes planes para sus ladrillos, como por ejemplo poder ser utilizados para las construcciones de las casas del Instituto Provincial de la Vivienda, para que todos los mendocinos puedan gozar del derecho de casa propia y techo digno.