"En La Plata, hay que fortalecer la formación docente"

En diálogo con Vía La Plata, la rectora de la Universidad del Este, Mercedes Reitano, reflexiona sobre el rol de los docentes y cuenta cuáles son hoy los desafíos de la Universidad.

"En La Plata, hay que fortalecer la formación docente"
María de las Mercedes Reitano, rectora de la Universidad del Este (César Santoro)

En diálogo con Vía La Plata, la rectora de la Universidad del Este (UDE), María de las Mercedes Reitano, reflexiona sobre el rol que deberían tener hoy los profesores y maestros y resume los principales desafíos que plantea la educación universitaria. "Hay una estructura de muchos años que cuesta muchísimo ablandar", sostiene.

Además, cuenta cómo nació la UDE en la Ciudad - que este año suma a su oferta de carreras la Licenciatura en Periodismo, el Profesorado Universitario de Nivel Inicial y el Profesorado Universitario de Educación Primaria – y cuáles son las claves para ofrecer "formación profesional de excelencia" pensando en los empleos del futuro: una de ellas está basada en la evaluación constante de los docentes y en su capacitación continua, asegura.

¿Cómo surge la Universidad del Este?

El antecedente más directo de la Universidad del Este es el Instituto Superior de Ciencias, que tenía una oferta educativa de 6 carreras y se había instalado con mucho éxito en la comunidad platense y de la Provincia. Por lo cual, en 2009 hubo un interés de que se transformara en una Universidad acrecentando la oferta educativa. Fue un proyecto de largo aliento ya que la responsabilidad social es enorme. La Universidad comenzó con un reconocimiento por parte del Ministerio (de Educación de Nación) que es provisorio y ahora ya estamos en condiciones de presentarnos para la acreditación definitiva. Esto no afecta para nada el valor de nuestros títulos, que tienen validez nacional como cualquier universidad pública o privada del país.

¿A qué perfil de estudiantes buscan convocar?

Al crear la Universidad, el deseo estaba en acrecentar la institución y se pensaba en un perfil de estudiantes a los que, por venir de colegios privados o ciudades más chicas, les cuesta adaptarse al ritmo y a las estructuras tan grandes como pueden ser las de la UNLP. En ese sentido, nosotros ofrecemos una enseñanza un poco más personalizada, tenemos menos cantidad de alumnos por materia y podemos hacer un seguimiento más de cerca de la trayectoria de los estudiantes. No digo que en la UNLP no haya seguimiento, de hecho tenemos convenios con la UNLP. No es nuestro interés competir con nadie, lo que hacemos es trabajar a diario para ofrecer calidad educativa, una formación de excelencia, que los alumnos estén contenidos, que egresen y se destaquen y que también tengan una formación humana.

¿Qué matrícula tiene la UDE en este momento?

Tenemos alrededor de 500 alumnos, que vienen en su mayoría de distintas ciudades de la Provincia de Buenos Aires, aunque también hay algunos del Sur del país y estudiantes extranjeros. El número de alumnos no crece exponencialmente, pero tampoco decrece, lo cual es un muy buen indicador para nosotros, sobre todo por la cantidad de ofertas educativas de Nivel Superior que hay en la región y en la Provincia, y además teniendo en cuenta la crisis que estamos atravesando a nivel económico, lo cual a veces es un obstáculo para que las familias puedan sostener los estudios de los hijos.

¿Qué nivel traen los estudiantes del secundario?

El nivel es muy variado. Depende no solamente de la institución sino también del chico, a veces las instituciones son muy buenas y los chicos tienen dificultades más serias. De todas maneras, más allá del nivel, hoy lo que sucede es que los chicos tienen otros intereses, otras cercanías. No se estudia de la misma manera que se estudiaba en mi época, la lectura se hace mayormente en formato digital, cuesta más la concentración, pero tienen otras habilidades y otras herramientas, incorporan conocimiento de otra manera. La idea es tratar de capitalizar esas habilidades y esas herramientas, porque los chicos saben muchas cosas, saben otras cosas.

¿Cree que le falta mucho a la educación en ese proceso de incorporar lo nuevo, tanto la tecnología como las habilidades de las nuevas generaciones?

Sí, yo creo que sí. La universidad es la que está más alejada en ese sentido porque hay una estructura de muchos años que cuesta muchísimo ablandar. Creo que todavía nos falta mucho recorrido. A mí me pasa con la enseñanza del arte, estás frente a una clase hablando de una exposición y los chicos ya se están pasando el teléfono para ver las imágenes de esa exposición. Es permanente la realidad paralela que te acompaña y es enriquecedora. Está en cada profesor cómo trabajar esto y también depende de lo que exige cada carrera y cada materia.

Teniendo en cuenta esta nueva realidad ¿Qué rol debería cumplir el docente hoy?

En la estrategia del docente está que el alumno realmente se identifique con la materia y con la carrera que eligió. El docente tiene que ser un gran entusiasta, un gran motivador. Yo he sido jurado de tesis en el exterior a través de internet, mediante de una pantalla, y tenías la sensación de que estábamos todos juntos en un mismo lugar, no sentís el espacio. Por eso nuestros docentes realizan capacitación continua y aquellos que lo necesitan reciben apoyo en temas de manejo de redes y aprovechamiento de herramientas digitales.

En la UDE hay ofertas de formación docente ¿Cree que es necesario revisar la formación docente de nivel superior no universitario?

Creo que hay que revisar sobre todo la formación de Nivel Inicial y Primaria. Los maestros de Primaria tienen muchas debilidades. Sin intención de estigmatizarlos ni excluirlos, me parece que es necesario completar esa formación docente de maestro de escuela. Es una etapa del chico que se siente tan identificado con su maestro, tan cercano a él, que deberíamos perfeccionar esa formación del docente para aprovechar ese lazo afectivo con el chico y que eso redunde en calidad educativa.

¿Cómo evalúan desde la UDE a los profesores para garantizar calidad educativa?

Una forma de evaluarlos es a través de la observación, que la seguimos implementando a pesar de que es un poco rechazada sobre todo en el nivel universitario. También se los evalúa a través de encuestas a los alumnos y sobre todo se conversa mucho con los docentes, se revisa si actualizaron los programas, si incorporaron nueva bibliografía y también se les propone integrar equipos de investigación y se les acercan ofertas de capacitación: desde congresos a posgrados. Muchas veces se los ayuda económicamente para que se capaciten.

Algunas carreras de la UDE tienen tramos que se cursan en forma virtual. ¿Cuál cree que es el futuro de la formación virtual o a distancia?

Sí, tenemos materias como máximo con un 30% de la cursada online. Coincidimos con otros rectores que son de universidades completamente virtuales que en la formación virtual hay un momento en que los alumnos necesitan contacto con el docente y con otros estudiantes. Por eso se promueve que una vez por mes el alumno venga a la universidad, se encuentre con el docente, rinda un examen en forma presencial. Porque, por otra parte, los datos no son muy alentadores: la estadística indica que hay mucha deserción en lo que es cien por ciento virtual.

¿Qué habilidades necesitan los jóvenes para desempeñarse laboralmente en el futuro, más allá de las capacidades intelectuales y técnicas propias de su profesión?​

Lo primero creo que es la adaptabilidad, no ser una persona estructurada que no acepte otras miradas dentro de su propia profesión. Ser permeable, ser accesible, también es clave saber trabajar en equipo y seguir formándose siempre. El posgrado que antes era una cosa de elite, hoy es mucho más común: los chicos se reciben y hacen la maestría, el posgrado y el doctorado. En otros países, por ejemplo, no es posible ejercer la docencia universitaria sin un título de doctorado. Acá todavía no es tan así, pero va siendo un requerimiento más cercano.

María de las Mercedes Reitano es profesora y licenciada en Historia de las Artes Plásticas por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); doctora en Historia del Arte por l'Université de Paris Pantheon-Sorbonne; directora del Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata (MACLA); profesora titular en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP y en Crítica de Arte de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), y curadora independiente.