En diálogo con Vía La Plata, el secretario general de Canillitas y senador provincial por La Plata (Frente de Todos), Omar Plaini (Lomas de Zamora, 1953), cuestiona el desempeño de la oposición que es mayoría en el Senado, en un contexto de "emergencia", y adelanta que trabajará en una nueva Ley de Procedimiento Laboral. Por otro lado, critica la "estigmatización" de la que son víctimas los gremialistas por parte del sector político y reclama mayor reconocimiento de los dirigentes sindicales en su capacidad de gestión y administración para ocupar cargos ejecutivos.
El secretario gremial del PJ bonaerense - que este año cumple "medio siglo de vendedor de diarios" - asumió en diciembre de 2019 su cargo como senador provincial "en nombre del movimiento sindical argentino", como él mismo dice. Reconoce el liderazgo de Cristina Kirchner (como "un liderazgo que se da pocas veces" en la historia) y al presidente Alberto Fernández como un hombre "muy importante de la democracia". No obstante, insiste en que el Partido Justicialista (PJ) tiene una deuda pendiente: el desafío de encontrar sus propios liderazgos.
¿Qué evaluación hace de los primeros 60 días del gobierno de Axel Kicillof en la Provincia?
Tomamos una provincia sumamente endeudada, ya lo dijo el Gobernador y todo su equipo de ministros y funcionarios, por lo cual lo primero que se está abordando es la emergencia. Nos habíamos ido a la banquina, tanto en la Provincia como a nivel nacional, y lo que hicieron el gobernador Kicillof y la vicegobernadora (Verónica) Magario, así como también el Presidente, Alberto Fernández, y la Vicepresidenta, Cristina Fernández, es poner de nuevo el vehículo en el camino y, al hacerlo, lo primero que tenés que tratar es la emergencia: la tarjeta alimentaria, todo el tema nutricional, sanitario y educativo. De allí en más, hay que ir resolviendo las grandes cuestiones. Un tema central es la magnitud del endeudamiento que tomó el gobierno anterior, y el condicionamiento de una deuda que nunca se había visto en la Argentina.
La aprobación de la Ley Impositiva 2020 fue el primer ejercicio de un Senado con mayoría de la oposición ¿Cómo vivió ese proceso?
Fue muy complejo, muy complicado y nos dejó a todos un sabor amargo por la actitud de la oposición, ya que su gran preocupación era la afectación de los sectores medios, que fueron justamente uno de los principales afectados de su reciente gestión de gobierno. Poner a los sectores medios ahora como excusa no nos pareció ni sano, ni bueno, ni real. Salió la ley, pero el costo de su aprobación son 10 mil millones de pesos menos, lo cual es grave en el contexto de emergencia en que estamos. Me pareció una actitud irresponsable, más cuando hasta poco fueron gobierno.
¿Por qué piensa que se dio esa conformación de la Cámara, con minoría del oficialismo?
Eso tiene que ver con el proceso electoral. Claramente la elección que hizo el Gobernador y la Gobernadora nuestros fue extraordinaria, 52% de los votos y una diferencia de casi 15 puntos. Ahora también hay un sector central del país y de la Provincia donde están los sectores que fueron beneficiados por el modelo anterior. Si tomás el triángulo rico de Pergamino- Junín- Rojas, ahí tenes las tierras más caras del planeta, el núcleo duro de la riqueza de la pampa húmeda. Esos sectores evidentemente fueron beneficiados por el anterior gobierno y lo apoyaron, no así los sectores populares. Todos sabemos que en el anterior gobierno se beneficiaron cuatro o cinco sectores: el financiero, el agroexportador, el extractivista de los minerales, el energético. Son los únicos que se beneficiaron en un contexto en que el país se empobrecía. Esa es una de las razones que explica que sean mayoría en el Senado provincial. Por otro lado, no hay que olvidarse de que tenemos una ley electoral en base al censo de 1900, con lo cual la representación en esta cámara, como en la nacional, no se ajusta a la realidad actual. Por ejemplo, la cuarta sección electoral tiene una representación casi tan grande como la primera y la tercera sección, pero no se asemejan en términos poblacionales.
¿Cómo espera que sean los próximos dos años de debates en el Senado?
Aspiro siempre a la racionalidad, tengo una experiencia anterior de 8 años en la cámara de Diputados de la Nación, sé lo que es estar en minoría y también en mayoría. Además, soy un bonaerense de pura cepa. Espero que lleguemos a acuerdos, yo confío mucho en eso, en los acuerdos, en los consensos, en la situación en la que está la Provincia hay que tener mucha responsabilidad en la toma de decisiones. Apelo a eso y confío en eso, porque además una característica que me ha distinguido a lo largo de mi vida militante ha sido siempre buscar consensos y acuerdos, tanto dentro del movimiento sindical como dentro del sector político.
¿Cómo ve el futuro del Partido Justicialista?
Hay que revitalizar el Partido Justicialista. Estamos en el Frente de Todos, que es un gobierno de coalición, donde hay 16 partidos políticos con una centralidad: todos o casi todos los que estamos allí decimos que somos peronistas, pero no todos militamos en el partido. Siendo parte de esa coalición donde Unidad Ciudadana tiene un liderazgo claro y conciso que trasciende a la propia Unidad Ciudadana, que es Cristina Kirchner, y el Frente Renovador tiene a Sergio Massa, nosotros en el PJ tenemos que encontrar un liderazgo de esa magnitud. Hay una líder que está por fuera: si bien es peronista, Cristina lidera una fuerza propia que es Unidad Ciudadana, que se respeta obviamente. Yo soy un hombre del partido, defiendo el partido y estoy convencido de que tenemos que reformular algunas cosas y encontrar el liderazgo tanto nacional como provincialmente. Es una deuda que el PJ tiene: el desafío de encontrar liderazgo. El año que viene es clave porque se renuevan las autoridades nacionales y provinciales. El presidente en esto obviamente va a ejercer como presidente, y me parece extraordinario eso, pero el PJ tiene que resolver sus cuestiones internas. Primero hay que trabajar para encontrar una conducción, una referencia nacional y provincial. A partir de allí vas fortaleciendo esa responsabilidad de quien encabeza, pero hay que hacerlo. Nadie esperaba que Alberto Fernández encabezara la fórmula presidencial y lo hizo, ahora ya es una responsabilidad que está en él, y que está haciendo muy bien, lo que evidentemente lo va marcando como un hombre muy importante de la democracia. Lo mismo nos va a pasar en el PJ, hay que buscar quién es la compañera o el compañero que conduzca el PJ provincial y nacional, para que vaya generando esas condiciones.
¿Qué impronta le dará a su cargo pensando en La Plata? ¿En qué temas piensa poner el foco?
Lo primero que voy a trabajar es en una nueva Ley de Procedimiento Laboral. La que se aprobó el año pasado es tremenda, insostenible en términos económicos, y también afecta a los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. Además, hay un dictamen de la Corte Suprema de la Provincia que votó por mayoría absoluta (sólo se abstuvo la jueza Kogan) que esa ley es impracticable. Voy a reivindicar la ley que viene del año 47, la Ley Mercante de procedimiento laboral de la época de Perón. Eso es lo primero que voy a trabajar.
En cuanto a La Plata, le voy a dedicar mucho tiempo a 3 o 4 cuestiones importantes. Primero, para mí es fundamental hablar de producción y empleo. En ese sentido, uno de los temas que me preocupa y ocupa es el cordón flori-fruti-hortícola, considero que hay que industrializarlo, utilizar alguno de los parques industriales que tenemos aquí, que están paralizados, para poder allí darle valor agregado a la producción de verdura que es desechada y que podríamos disecar o congelar. Estoy por viajar a Mendoza, donde hay una experiencia muy rica de eso, lo mismo que en Rosario. También voy a trabajar sobre el Puerto en la región y los astilleros. Estoy en contacto permanente con los trabajadores y muy conectado con todo el sindicalismo de la fluvial marítima y portuaria, con quienes hemos compartido en la CGT muchos años. Voy a abordar básicamente todo lo que es producción y empleo, ese va a ser mi eje central, sin descuidar otros temas como la Comisión de libertad de expresión, que también me toca de cerca dado que este año cumplo medio siglo de vendedor de diarios.
Son varios los representantes sindicales que han asumido cargos en la Legislatura bonaerense. ¿Qué interpretación política e histórica hacés de esto?
Son muy pocos. Llegamos a tener 35 legisladores a nivel nacional en la primera etapa de la salida de la democracia en el 83. También hemos tenido intendentes que eran hombres del movimiento sindical, hoy tenemos uno solo que es el intendente de Baradero, Esteban Sanzio (SMATA). Nosotros necesitaríamos mucha más representación y no sólamente legislativa. Esa es una crítica que yo le hago públicamente al sector político. Después de la derrota del peronismo en el 83, nos acusaron y nos calificaron de distintas maneras: la "rama seca", los "pianta- votos", los "impresentables". No puede ser que a la hora de la derrota del campo nacional y popular seamos la fuerza de choque y a la hora de conformar representación política seamos la "rama seca" o los "pianta-votos". Es injusto. Siempre invito a comparar la gestión de cualquier político en términos de gestión con la de un dirigente sindical, a ver cuál es más exitoso. La mayoría de los sindicatos siempre están creciendo: se abre un sanatorio, una clínica, se adquiere un camping nuevo, un hotel. Eso es gestión. Quién dice que no tenemos capacidad. Además, todos los años rendimos examen cuando nuestros balances son auditados y cada cuatro años rendimos cuenta ante los afiliados. En la Provincia, tenemos una ministra de género y diversidad, Estela Díaz, que es una compañera que viene del sindicalismo. Eso muestra que tenemos cuadros preparados para la gestión política.
Sin embargo, Hugo Moyano tuvo ya una reunión privada con el Presidente Alberto Fernández ¿Qué rol espera que tenga el sindicalismo en estos próximos cuatro años de gobierno?
El sindicalismo primero tiene que dar respuesta a las necesidades de sus representados, en eso siempre se debe mantener una autonomía con respecto a cualquier gobierno, propio o extraño. Digo propio porque la mayoría de los dirigentes sindicales venimos de nuestra militancia en el peronismo. Pero tenemos que tener nuestra propia autonomía, y eso es también una deuda muy grande de la CGT de los últimos años: no haber tenido un programa propio, siempre lo hemos pedido desde el frente sindical en el que estamos quien habla, Camioneros, SMATA, y muchos otros compañeros. De allí en más, obviamente buscar acuerdos con el gobierno. Para nosotros lo único que dignifica es el trabajo. Perón también decía: el hombre debe producir por lo menos lo que consume. No se puede vivir con un estado asistiendo todo el tiempo porque a la larga – como dice el Papa Francisco – la informalidad termina siendo un desordenador social. Así que ese es el rol que tiene el sindicalismo.
El sindicalismo argentino es muy reconocido mundialmente, no así internamente. A diferencia de casi todo el mundo, somos un sindicalismo de gestión y administración, no solamente de conflicto, administramos y gestionamos salud, educación, recreación. Gestionamos y administramos como cualquier intendente o cualquier gobernador. Pero somos permanentemente estigmatizados por los sectores concentrados de la economía. Por 5, por 10, por 15 casos nos generalizan a todos, se estigmatiza mucho al sindicalismo como el responsable de todos los males.