Cuarenta personas, de las cuales la mitad eran menores de edad, que participaban de una fiesta clandestina fueron demoradas en la ciudad de Perico por incumplir las medidas preventivas que rigen por la pandemia de coronavirus.
El procedimiento se realizó esta madrugada en un domicilio particular del barrio Municipal, en Perico, 33 kilómetros al sur de San Salvador de Jujuy, tras recibir personal policial una denuncia por ruidos molestos, informó la fuerza de seguridad provincial.
Hace una semana, los desbordes del público que se volcó a festejar masivamente el carnaval en algunos puntos de la Quebrada de Humahuaca provocaron duras reacciones manifestadas en las redes sociales tanto por ciudadanos en general como por profesionales y trabajadores de la salud, que reprocharon severamente la conducta desaprensiva de quienes desoyendo las recomendaciones sanitarias quebrantaron las medidas básicas tendientes a combatir la propagación del Covid-19.
La fiesta del coronavirus
Al respecto, el comisario Jaime Brizuela, asesor del Ministerio de Seguridad provincial, había señalado que aquellas trasgresiones se registraron principalmente en el norte de la provincia, “particularmente en las localidades de Tilcara y Maimará, donde se constataron este tipo de infracciones en las que fue notoria la concurrencia masiva a eventos que no estaban autorizados y que bajo ningún punto de vista han respetado lo establecido por las normas” en lo que hace a “los protocolos sanitarios y de bioseguridad”.
Pero a pesar de las críticas y la aplicación de multas a locales gastronómicos, comercios, comparsas y asociaciones civiles, las fiestas clandestinas se multiplican.
“Con conocimiento del Juzgado Contravencional, se procedió a hacer cesar el evento y se demoró a todos los concurrentes, siendo un total de 40 personas, los cuales 20 eran mayores y los restantes menores”, consignaron las fuentes policiales ampliando el reporte sobre el episodio desarticulado en Perico.
Los participantes del festejo clandestino finalmente fueron trasladados y alojados en la Comisaría 60 de la zona, donde quedaron a disposición de la Justicia, al tiempo que a la propietaria del inmueble se le labró la falta correspondiente.